Ciudad de México (20 de octubre de 2015).- La genética, alimentación, el medio ambiente, y en algunos casos, los problemas de ansiedad, depresión y obsesivos, son parte de los factores que intervienen en las condiciones de salud multifactoriales como el sobrepeso y la obesidad.
En opinión, el director del Instituto Mexicano de Salud Cardiovascular (IMSC), Luis Alcocer Díaz Barreiro, “no existen alimentos buenos y alimentos malos. No hay alimentos que no engorden, todo depende de la cantidad en que se consuman”.
Expresó que la población latinoamericana y en particular, la mexicana, tiene tendencia genética para subir de peso, lo cual se complica por falta de inactividad física y los cambios en los hábitos alimenticios que tienden a grandes porciones de alimentos. Manifestó que los restaurantes, y sobre todo, los establecimientos de comida rápida, compiten ofreciendo las porciones más grandes, y los consumidores se han acostumbrado a ingerir grandes cantidades, sin importar si se trata de un alimento con pocas o muchas calorías.
El experto detalló que aún cuando se trate de los llamados “alimentos sanos”, si la ingesta es en altas cantidades, el efecto es igual a que si se tomara una pequeña porción de los considerados “poco nutritivos o hipercalóricos”. Por tanto, no se debe ‘satanizar’ a ningún alimento, pues todos son permitidos si se consumen de manera moderada, expresó.
“Si alguien toma un refresco en la comida, no pasa nada; el problema es si se toma diez. Lo mismo de cualquier cosa azucarada, no es que sean malas por sí mismas, es la cantidad”.
Al respecto, la nutrióloga Susana Padierna, comentó que la forma de alimentarnos y el sedentarismo son dos de los factores que más influyen en padecer obesidad y sobrepeso, más si las porciones de comida son más grandes que hace 15 años, y la gente se la pasa más tiempo sentada frente a la televisión o la computadora.
Coincidió en que no hay alimentos prohibidos, “aquí lo que es siempre importante ver es la frecuencia y la cantidad, hay alimentos muy ricos que se antojan y se pueden comer siempre y cuando sea de manera ocasional, si se nos antojan unas galletas, un pedazo de pastel, no están prohibidos, lo malo es si diario se come un paquete de galletas, por ejemplo”.
Fuente: Dinero en Imagen.
