Por Eduardo Delgado
- La violencia “se está dejando sentir fuerte”, advirtió.
- El remedio no es otro exorcismo, dijo.
- Hoy se cumplen dos años del Magno Exorcismo celebrado aquí.
En San Luis Potosí “es necesario hacer un replanteamiento” en las estrategias de seguridad, opinó el Arzobispo de la Arquidiócesis, Jesús Carlos Cabrero Romero, al cumplirse este sábado dos años de la celebración del Magno Exorcismo en la Catedral potosina, ceremonia que entre sus intenciones era reducir los crímenes violentos en el país, sin embargo a la fecha México es la segunda nación más violenta en el mundo.
El medio día del miércoles 20 de mayo de 2015, a puertas cerradas en Catedral, se realizó el evento religioso, con el Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, Arzobispo Emérito de Guadalajara, a la cabeza y del sacerdote exorcista español José Antonio Fortea.
Cumplidos dos años se le preguntó al líder de la iglesia católica en San Luis Potosí de si el Magno Exorcismo no dio resultados, a lo que respondió: “La oración que acompaña al exorcismo no es palpable”.
“Pero le pedimos al Señor, de todo corazón, que nos ayude y sobre todo proteja todo nuestro estado y nuestro México, por los cuatro puntos (cardinales), aunque ahora vemos lo contrario con tanta muerte”, lamentó.
Porque, deploró, “hoy somos el segundo país más violento del mundo”, según el informe anual del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) de Londres, presentado hace unas semanas.
A pesar de que “todas estas situaciones contradicen lo que uno busca y pide a Dios, no debe decaer la esperanza de que vamos a salir adelante”, dijo Cabrero Romero.
Recordó que el Papa Francisco, en una entrevista previa a su venida a México el año pasado, atribuyó la violenta situación que pasa México “al privilegio de que tenemos presente a la Virgen de Guadalupe, y por eso no debemos perder la fe ni la esperanza. Si no ¿a dónde vamos a dar?”, advirtió.
Sostuvo además que fe y esperanza “tienen que ir acompañadas con hechos contrarios a lo mismo”. Lo cual implica que “no hemos entendido el mensaje cristiano”, añadió.
A su juicio “una fe sin obras es muerta; necesitamos fe que ayude a transformar nuestro México en todas sus esferas”. El amor por México y la esperanza “nos va a llevar a obras que en verdad vengan a dignificar la vida de nosotros, y más de las futuras generaciones”.
A pedirle su opinión expresa de la violencia en San Luis Potosí, el representante de la comunidad católica, expuso que “se está dejando sentir fuerte en municipios del norte, limítrofes con Zacatecas”.
“Entonces yo diría, opino, que necesitamos hacer un replanteamiento si las estrategias de seguridad están brindando, pero por otro lado el crimen organizado nos rebasa y todos tenemos que cooperar”, añadió.
Consideró que al Gobierno del Estado, encabezado por el gobernador Juan Manuel Carreras López, le preocupa la situación “pero aquí lo que necesitamos es que haya una mayor organización, coordinación”, entre los tres niveles de gobierno, incluido el municipal y el federal, “para que resulte más eficaz”.
Para finalizar descartó que sea necesario otra Magno Exorcismo, como el celebrado precisamente hace un par de años, porque “debemos creer en la fuerza de la oración diaria; el exorcismo no es el remedio”.
“El remedio es que la fe se está debilitando y necesitamos fortalecer la fe, la esperanza y el amor de los mexicanos por la vida y por México”, remató.
