Francia (18 de enero de 2016).- El presidente francés François Hollande declaró el lunes lo que llamó “un estado de emergencia económica” y dijo que es hora de redefinir el modelo económico y social de Francia.
El mandatario expuso una serie de propuestas económicas en un discurso anual ante líderes empresariales para reducir el desempleo crónico e impulsar el crecimiento francés, el cual ha permanecido estancado largo tiempo.
Las primeras medidas que propuso son relativamente modestas y dijo que éstas no “pondrán en tela de juicio” la semana laboral de 35 horas. Tampoco buscó asumir nuevos poderes de emergencia.
Hollande insistió en la urgencia de actualizar el modelo de trabajo de Francia con una economía en un rápido movimiento, cada vez más globalizada y digital.
Las acciones que anunció incluyen relajar algunas medidas favorables a los empleados para alentar a las empresas a contratar, y la capacitación de medio millón de trabajadores.
Las medidas.
El Gobierno destinará más de 2.000 millones de euros en esa búsqueda de “un crecimiento más robusto y una creación de empleo más abundante”, dijo ante representantes del mundo laboral y empresarial, a quienes subrayó que “la única cuestión que importa más allá de la seguridad de los franceses es el trabajo”.
La mitad de ese presupuesto, conseguido mediante medidas de ahorro y no a través de un aumento de impuestos, se dirigirá a financiar un plan de formación adicional para 500.000 desempleados, el doble que en 2015, especialmente en sectores como el digital y la transición energética.
“Debemos permitir que los desempleados se formen en los oficios de hoy y del mañana”, señaló el jefe de Estado, para quien debe “hacerse todo para favorecer, facilitar y simplificar” la vuelta al mercado laboral.
Hollande también recuperó la fijación de topes en la indemnización por despido improcedente, una medida lanzada el pasado junio pero censurada posteriormente por el Consejo Constitucional porque en ese momento la compensación no era igual para todos, sino mayor para los trabajadores de las grandes empresas.
Fuente: Publímetro.