Texto y fotografías de Desiree Madrid
Estudiantes de la Escuela Estatal de Danza, adscrita al Sistema Educativo Estatal Regular (SEER), se manifestaron este viernes en calles del Centro Histórico de la capital potosina para exigir condiciones dignas de estudio y el fin del uso de su trabajo artístico con fines políticos o de entretenimiento institucional.
La comunidad estudiantil, integrada por 64 estudiantes de las licenciaturas en Danza Folclórica y Danza Contemporánea, acusó un abandono sostenido por parte de las autoridades educativas.
De acuerdo con el Consejo Estudiantil, desde hace años sus solicitudes han sido ignoradas por la dirección del plantel y por el SEER, lo que los llevó a organizar la protesta y presentar un pliego petitorio que exige una “educación completa y continua”.
Las y los alumnos señalaron que llevan más de cuatro años sin docentes en materias fundamentales del plan de estudios. Asignaturas del tronco común como Historia del Teatro o Teoría y Motivación Dramática, así como técnicas avanzadas de danza folclórica y contemporánea, no cuentan con docentes o son impartidas por personal sin el perfil profesional adecuado.

En algunos casos, denunciaron que se han asignado profesores con formación en áreas ajenas, como nutrición o inglés, para cubrir materias de danza o teatro. A esto se suma que los maestros titulares carecen de las horas y recursos suficientes para cumplir con la carga académica.
Otra de las exigencias es que la escuela sea reconocida oficialmente como una institución de nivel superior, y no como parte del nivel básico o medio superior, como actualmente la clasifica el sistema.
Esta falta de reconocimiento, explicaron, afecta directamente la percepción de la carrera artística y la situación laboral de los docentes, muchos de los cuales cuentan con maestrías o doctorados, pero son registrados administrativamente como profesores de educación física.
Los estudiantes subrayan que San Luis Potosí es uno de los pocos estados que ofrecen licenciaturas para la profesionalización de la danza, por lo que piden al Gobierno del Estado y al SEER un reconocimiento institucional acorde con el nivel académico que cursan.

Las condiciones del plantel también fueron parte de las denuncias. Los manifestantes reportaron que deben ensayar en duelas dañadas, con clavos y tornillos expuestos, lo que ha provocado lesiones graves.
Una de las alumnas relató haber sufrido la ruptura de tres ligamentos debido al mal estado del piso. A ello se suman espejos rotos, goteras, marcos caídos y ventanas tapadas con bolsas de plástico.
Pese a que las y los alumnos pagan colegiaturas anuales de alrededor de 2 mil 600 pesos, deben pedir autorización para usar sus propios recursos en reparaciones. Entre sus demandas están la instalación de nuevas duelas, barras, espejos y luminarias, así como la rehabilitación de los salones.
Durante la manifestación, una de las consignas más visibles fue: “¡No somos entretenimiento político!”.

Los estudiantes denunciaron que son obligados a participar en presentaciones de Día de Muertos y en eventos institucionales o privados del SEER como cumpleaños, jubilaciones o actos para directivos, sin recibir reconocimiento ni apoyo.
Según relataron, la preparación de cada función implica suspender clases durante semanas, lo que afecta su formación académica. Además, el costo del vestuario, que puede ir de 800 a 10 mil pesos, suele salir de sus propios bolsillos, mientras las autoridades difunden las presentaciones como logros gubernamentales.
El alumnado hizo un llamado a las autoridades educativas y culturales para atender de manera urgente las deficiencias estructurales y académicas, y poner fin a lo que consideran una práctica sistemática de explotación y desinterés institucional.
“Solo queremos una educación digna y que se respete nuestra formación como artistas”, resumió una vocera del Consejo Estudiantil.
