María Ruiz
Estudiantes de la Facultad de Derecho “Abogado Ponciano Arriaga Leija” de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) tomaron las instalaciones la noche de ayer lunes en protesta por la agresión sexual cometida contra una alumna al interior del plantel.
La acción, que calificaron como un ejercicio simbólico de resistencia y exigencia de justicia, fue acompañada por un pronunciamiento en el que negaron cualquier vínculo con grupos políticos o de choque, y defendieron que su movimiento es totalmente autónomo.
“Somos estudiantes independientes de cualquier partido político, grupo estudiantil o grupo de choque. Luchamos en conjunto por las causas que nos parecen justas y es por eso que, a manera de protesta, esta noche hemos tomado las instalaciones de nuestra facultad”, expresaron en un video publicado en la página “Movimiento 20/10”.
Subrayaron que su única motivación es la búsqueda de justicia para su compañera y el reclamo de condiciones seguras dentro de la universidad.
El paro derivó de los hechos ocurridos el pasado 17 de octubre en las oficinas de la Federación Universitaria Potosina (FUP), ubicadas en la misma facultad, donde presuntamente tres alumnos agredieron sexualmente a una estudiante. La indignación por el caso y la percepción de omisiones institucionales detonaron una movilización que ya ha tenido eco en otras facultades, donde se replican acciones de apoyo y acompañamiento.
Las y los manifestantes aclararon que su protesta no tiene fines partidistas ni busca confrontar a las autoridades por razones políticas, sino exigir una respuesta clara y efectiva frente a la violencia de género.
“No somos un movimiento manipulado ni con intereses externos. Lo que nos mueve es el hartazgo por la impunidad y el silencio que rodean estos casos dentro de la universidad”, señalaron.
Entre sus principales demandas está la renuncia del director de la Facultad de Derecho, Germán Pedroza Gaitán; la expulsión inmediata de los alumnos involucrados; la destitución del representante de la FUP en Derecho, Marco Dorantes; y la garantía de que no existan represalias contra las y los estudiantes que se han manifestado.
Además, exigen que la UASLP reconozca públicamente la violencia sistemática que enfrentan alumnas, docentes y personal administrativo, y que atienda las peticiones planteadas por otras facultades que también se encuentran en paro.
Las y los estudiantes afirmaron que no entregarán las instalaciones hasta que las autoridades universitarias atiendan cada punto del pliego petitorio. Agradecieron el apoyo de la comunidad universitaria, colectivos feministas y sociedad civil, quienes han contribuido con víveres, agua y cobijas durante la toma.
“Pedimos que no se criminalice la protesta ni a ninguno de nuestros compañeros o compañeras. No buscamos dividir, sino transformar”, expresaron.
El movimiento, que se identifica bajo el nombre Derechos, Memoria, Verdad y Justicia, reiteró que su toma es un acto pacífico y de conciencia frente a la falta de acciones efectivas contra la violencia de género dentro de la universidad.