Ciudad de México (15 de octubre de 2015).- La Procuraduría General de la República (PGR), contaba con testimonios de que César Peñaloza, ex edil de Cocula, Guerrero, tenía nexos con líderes de “Guerreros Unidos”, pese a lo cual, salió libre tras su detención en diciembre pasado.
Lo anterior deriva de la declaración de Patricio Reyes Landa, alias “El pato”, cuyas palabras fueron usadas por el ex Procurador José Murillo Karan como prueba de su “verdad histórica”, sobre lo ocurrido a los normalistas de Ayotzinapa.
Según Reyes Landa, el Presidente Municipal de Cocula comía con Gildardo López Astudillo, “El cabo Gil”, líder de “Guerreros Unidos” en Cocula, y con Felipe Rodríguez Salgado, “El cepillo” o “El terco”, sicario acusado de ser uno de los asesinos materiales de los estudiantes.
“También el Presidente de Cocula, de nombre Mario Peñaloza (sic) tenía relación con “El cepillo” y “El cabo Gil” y en varias ocasiones tenían comida (…) ya que también era de la organización “Guerreros Unidos”, señala Reyes Landa en la ampliación de su declaración.
En el documento, fechado el 3 de noviembre de 2014 y disponible como parte de la versión pública del expediente que la PGR publicó el domingo, se advierte también que el edil daba licencia apócrifa a los miembros del grupo criminal.
“Varias veces ‘El cepillo’ me mandaba con el Presidente de Cocula, que me iba a dar un encargo; una vez me di cuenta que era dinero, le mandó como seis mil pesos a “El cepillo”. No supe de qué era ni para qué, yo sólo se lo entregaba a ‘Cepillo’ y el Presidente nos daba las licencias de manejo gratis con diferentes nombres.
César Peñaloza fue detenido por la PGR el 19 de diciembre pasado, dado que la policía municipal de Cocula tuvo una intervención directa en los hechos de Iguala. Sin embargo, días después, el Juzgado Primero de Distrito en Procesos Penales Federales de Matamoros le dictó la libertado, al calificar de ilegal su detención, ya que no ocurrió como parte de un caso urgente o en flagrancia.
En la narración de Patricio Reyes Landa queda claro que la noche del 26 de septiembre, estaba lloviendo en la zona del basurero de Cocula, pues él mismo llevó ahí a cuatro hombres, uno muerto y tres vivos, a quienes no pudo identificar como estudiantes de Ayotzinapa. En esa zona mató a disparos a los tres sobrevivientes, y después de observar a más personas en otra camioneta, se le ordenó bajar a la ciudad para vigilar que nadie subiera hacia el basurero, por lo que declaró que no le consta la manera en la que fueron asesinados los hombres.
“El pato” afirmó en su testimonio ante el Ministerio Público que recibió tortura cuando fue detenido por la Policía Federal.
“Se metieron a la casa y me empezaron a golpear y patear, me subieron al vehículo, me vendaron los ojos, pies y manos (sic) y me empezaron a golpear y a dar toques, y me pusieron un trapo en las narices echándome agua y toques dentro de la boca y los testículos, me ponían una bolsa en la cara para no respirar”.
“Así se pasaron varias horas, ya después me decían, cuando me dejaban, que si me preguntaban que si me había golpeado, dijera que me había caído de la barda, porque si no, se iban a desquitar con mi esposa y mis hijas, me amenazaban que me iban a hacer pedazos y echarme en una bolsa”, narró.
Fuente: Reforma.
