Leticia Vaca
Juan Jesús Priego Rivera, vocero de la Arquidiócesis en San Luis Potosí, aseguró que la Iglesia no ha sido factor de contagios de COVID-19, y consideró que los sacerdotes que han dado positivo al virus pudieron haberse contagiado al atender a la ciudadanía.
Destacó que la Iglesia ha acatado todas las medidas sanitarias indicadas por las autoridades de la Secretaría de Salud para evitar contagios, como desinfectar los templos, tener un control en el aforo y respetar la santa distancia.
“No creemos que en San Luis Potosí la Iglesia haya sido factor de contagios, hemos sido responsables (…) les voy a decir cuál es el factor: resulta que a veces te hablan para atender un enfermito y no te dicen que es coronavirus, si tú no preguntas, a veces te lo ocultan y eso es una seria irresponsabilidad por parte de quienes piden estos servicios; creemos que casi todos los que se han presentado (coronavirus) han sido por eso”, estimó.
En ese sentido, indicó que cuando se requiere algún servicio de la Iglesia, como una visita a un enfermo, “cuando dicen que se enferman de las vías respiratorias, ahí ya tienes que ser más exigente y preguntar, no por uno sino por las personas que están en contacto con él”.
Aparte, mencionó que en la entidad potosina se han cerrado 30 parroquias porque quienes estaban al frente de ellas son personas adultas que son consideradas como un grupo de alto riesgo.
“Una buena parte del clero es de edad avanzada, entonces son población de riesgo, el arzobispo les pidió que no se expongan e incluso a veces se trata de sacerdotes que tienen enfermedades como diabetes e hipertensión”, finalizó.
