María Ruiz
¿Se puede abrir una cochera en una casa antigua? ¿Están prohibidas las terrazas? ¿Qué color se puede usar en una fachada del Centro Histórico? Estas y otras dudas frecuentes sobre la intervención en inmuebles patrimoniales fueron respondidas por la arquitecta Patricia del Carmen Maltos Pacheco, especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), durante una charla abierta dirigida a profesionistas del sector urbano y arquitectónico.
El Centro Histórico de San Luis Potosí, declarado Patrimonio de la Humanidad en 2010 como parte del Camino Real de Tierra Adentro, no está congelado. De acuerdo con Maltos Pacheco, es posible intervenir inmuebles históricos, pero bajo criterios definidos por el INAH, que buscan proteger el valor del patrimonio sin impedir su uso y adecuación a las necesidades contemporáneas.
Explicó que la ciudad está dividida en tres perímetros patrimoniales: A (núcleo histórico), B (valor contextual) y C (zona de transición). Dependiendo del perímetro, del tipo de inmueble y del tipo de obra (mayor o menor), los lineamientos y restricciones varían.
Por ejemplo, en el perímetro A las modificaciones estructurales están casi prohibidas, mientras que en el C pueden autorizarse, siempre que no afecten elementos originales.
Uno de los ejes centrales fue el uso adaptativo, una estrategia que permite dar nuevos usos a inmuebles antiguos —como transformar una casa en hotel o cafetería— sin alterar sus características fundamentales. Se presentó como ejemplo el Hotel Casa Aranzazú, un proyecto que conservó fachada, estructura y acabados tradicionales, mientras adaptó el espacio a un uso turístico-comercial.
Sobre las terrazas, se aclaró que sí están permitidas, pero deben cumplir condiciones técnicas: no ser visibles desde la vía pública ni alterar elementos originales.
Se mostraron casos que ejemplifican tanto una mala práctica (una terraza invasiva sobre la calle Carranza) como un caso autorizado y bien resuelto (la terraza del Hotel City Centro).
La especialista también abordó casos de cocheras, ampliaciones, cromática y anuncios. Detalló que las cocheras pueden autorizarse en inmuebles con intervenciones previas o con valor ambiental, pero no en monumentos históricos.
Sobre la pintura exterior, que muchas de las veces causa dudas en los habitantes de los barrios históricos de la capital, aclaró que la cromática está regulada. Es decir, los colores como el azul brillante no están permitidos ya que hay en existencia un catálogo oficial con opciones aprobadas por el INAH.
Maltos Pacheco recalcó que el objetivo del INAH no es sancionar, sino orientar.
“No se trata de decir no, sino de encontrar cómo sí se puede hacer sin afectar el valor histórico del inmueble ni la imagen urbana”, afirmó.
Por último, respecto a los trámites, explicó que el Instituto Nacional de Antropología e Historia diferencia entre obra mayor y obra menor. Para obras mayores —como adaptaciones, ampliaciones o restauraciones integrales— es indispensable identificar el tipo de inmueble y su valor patrimonial antes de proponer cualquier modificación.