Instancia de la Mujer ha registrado tres casos de difusión de imágenes íntimas en lo que va 2025

María Ruiz

En lo que va del año, la Instancia de las Mujeres del ayuntamiento de la capital ha registrado tres casos de violencia digital relacionados con la difusión de imágenes íntimas sin consentimiento, pero únicamente una víctima se atrevió a presentar denuncia formal, informó la directora del organismo, Martha Orta.

Se trata de una menor de edad cuyo proceso legal es acompañado por sus padres y que actualmente recibe apoyo psicológico y legal.

En contraste, las otras dos mujeres que acudieron a la instancia optaron por no judicializar el caso y únicamente solicitaron que se preservaran sus datos personales y que las imágenes fueran eliminadas de internet.

“Nos llama mucho la atención que las mujeres acuden cuando la violencia digital ya ha escalado y les ha hecho daño. Lo que hacemos es brindarles acompañamiento, canalizarlas a terapia psicológica y recordarles que la responsable no es quien confió, sino el depredador cibernético que difundió las imágenes”, explicó Orta.

La directora recordó que el artículo 187 del Código Penal del Estado sanciona hasta con cuatro años de prisión a quienes difundan imágenes íntimas de mujeres, niñas, niños, adolescentes o personas con discapacidad.

Sin embargo, reconoció que el principal obstáculo aún es la resistencia a denunciar debido a la carga emocional que representa para las víctimas.

La Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana mantiene patrullajes digitales constantes y ha detectado bases de datos con material íntimo de mujeres potosinas alojadas incluso en servidores extranjeros, advirtió Orta.

Además de la canalización legal, la Instancia impulsa campañas preventivas en escuelas y comunidades, pues entre adolescentes es común la práctica de compartir imágenes íntimas sin dimensionar los riesgos.

Orta alertó también sobre el delito de grooming, en el que adultos fingen ser menores para contactar a niñas y adolescentes a través de videojuegos o redes sociales.

“Hoy lo que antes era la ‘prueba de amor’ se ha convertido en una fotografía. Yo les digo a las compañeras que lo piensen dos veces, porque una vez que la imagen se comparte en otro dispositivo ya no tenemos control sobre ella”, señaló.