María Ruiz
El segundo informe trimestral del Interapas revela una serie de retrocesos preocupantes en indicadores clave del suministro y gestión del agua en la zona metropolitana de San Luis Potosí.
La caída más visible dentro del segundo informe correspondiente al 2025, se detectó en el tema de cobertura de agua potable, que pasó de 93.96 por ciento en el primer trimestre a 83.60 por ciento en el segundo, lo que representa una disminución de más de diez puntos porcentuales en apenas tres meses.
Este descenso contradice el sentido esperado del indicador, que debería mostrar una tendencia ascendente hacia la universalización del servicio.
De igual manera, el volumen de agua residual tratada cayó de 19.22 a 15.82 por ciento, lo que implica que una proporción aún mayor de aguas residuales no recibió tratamiento adecuado.
En el mismo periodo, la eficiencia comercial global —que mide la relación entre lo facturado y lo cobrado— se redujo de 86.8 a 79.8 por ciento, lo que refleja una menor capacidad de recuperación financiera por parte del organismo.
También se observó una disminución en el suministro de agua potabilizada proveniente de la presa San José, que bajó de 5.42 a 4.58 por ciento. Esta caída se da en un contexto de alta dependencia de fuentes superficiales que operan de forma intermitente como El Realito, cuya captación también se redujo.
Otro indicador que retrocedió fue el porcentaje de factibilidades aprobadas, que bajó de 0.89 a 0.38 por ciento, lo que sugiere una menor capacidad para incorporar nuevas tomas al padrón de usuarios.
Estos retrocesos, lejos de ser aislados, configuran un patrón de debilitamiento en áreas clave de operación, saneamiento, comercialización y gestión institucional. La caída en la cobertura de agua potable es especialmente grave, pues afecta directamente el derecho humano al agua de los ciudadanos y evidencia que los avances reportados en otros rubros no han logrado revertir las condiciones estructurales de rezago.
La nota técnica del informe revela que el porcentaje de escasez de agua se mantuvo igual que durante el primer trimestre del año, al reportar una escasez del 37.28 por ciento de la población en San Luis Potosí y el 40 por ciento en Soledad de Graciano Sánchez.