Irinea Buendía promueve en SLP la justicia para las víctimas de feminicidio

María Ruiz

Ya basta de que México se convierta en un cementerio de mujeres, señaló Irinea Buendía Cortés, madre de Mariana Lima Buendía, encontrada sin vida el 28 de junio de 2010 en Chimalhuacán, Estado de México.

Irinea llegó a San Luis Potosí como parte de un recorrido nacional que lleva por nombre “Caravana Sentencia Mariana Lima Buendía de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Parámetro Nacional Para la Justicia con Perspectiva de Género”, con el cual busca socializar en cada estado de la República el caso de su hija y explicar cómo, a pesar de que las autoridades manejaron la muerte de Mariana como un suicidio, su lucha de 12 años y ocho meses logró dar frutos para que se reabriera la carpeta de investigación y tipificar su muerte como un feminicidio.

Esta sentencia condenatoria se logró apenas en el mes de marzo de este año, luego de que en 2015, Buendía Cortés promovió un amparo respaldado por el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, con el que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) comenzó a realizar las investigaciones necesarias con perspectiva de género entorno a este hecho, para luego lograr una sentencia condenatoria en contra del esposo de su hija, Julio César N., por el delito de feminicidio, a quien se le condenó a 70 años de prisión.

Su historia, como la de muchas madres mexicanas, es un ejemplo de cómo a pesar de la dilación y omisión de las autoridades, se puede acceder a la justicia, si bien no pronta ni expedita, pero sí una en donde la lucha de una madre se hizo presente para enseñarle a las instancias de justicia cómo hacer diligencias de manera oportuna, inmediata y transparente.

Es por ello que San Luis Potosí se convirtió en el estado número 13 de su recorrido por medio de esta caravana, en la que la colectiva Por ellas, Por todas y Por nosotras le dio la bienvenida, y junto a Esperanza Luccioto López y Susana González, víctimas colaterales del feminicidio de Karla Pontigo Luccioto y Lupita Viramontes González, ambas asesinadas en el año 2012, coincidieron en que este estado también padece obstáculos, irregularidades, negligencias, y comportamientos burocráticos dispendiosos para el acceso a la justicia.

“Hay muchos casos en la impunidad y por eso precisamente estamos aquí, los casos de nuestras hijas no son tratados con debida diligencia y lo poco que como familias podemos aportar, lo desestiman. Por eso salimos a la calle a exigir justicia y después se enojan porque andamos marchando y nos encapsulan, nos golpea la propia policía. Entonces aquí estoy para animarlas, para que vean y se den cuenta que sí se puede, que debemos persistir, que debemos de resistir”.

La señora Buendía Cortés señaló que su finalidad es hacer del conocimiento público para las víctimas el proceso que llevó a cabo ante la SCJN y cómo fue que logró la sentencia condenatoria para el asesino de su hija, explicarles los pasos que realizó ante las dependencias y órganos de justicia, y legalmente el proceso que la ayudó a que la muerte de su hija fuera investigada bajo la perspectiva de género.

“No deseamos que nadie esté en nuestros zapatos, porque es triste llegar a ese lugar a mendigar desgraciadamente justicia, es triste que le quiten la vida con violencia a una de nuestras hijas, porque entonces se acabó toda nuestra tranquilidad; no solo matan a nuestras hijas con violencia, acaban con toda la familia. En el caso de mi hija, acusaron de que ella se había suicidado, el asesino feminicida dijo que se había suicidado, pero solamente por su cabeza pasó porque le demostramos que mi hija no se había suicidado, le demostramos que él la había estrangulado con lujo de violencia, mi hija murió por mecánica de estrangulación armada y se lo demostramos ante las autoridades”.

El documento de la sentencia sobre el caso de Mariana Lima Buendía también será entregado al Poder Judicial del Estado, pues ante las escasas sentencias por el delito de feminicidio que presenta San Luis Potosí, Buendía Cortés buscará entablar el diálogo para que jueces y juezas agilicen las diligencias, pero sobre todo, administren la justicia con perspectiva de género en beneficio de las víctimas directas e indirectas.

“Yo fui muy optimista al decir que iba yo a recorrer los 32 estados, las 32 fiscalías de la República Mexicana, porque esta sentencia Mariana Lima Buendía de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es para las 32 fiscalías, de los 32 estados de la República Mexicana y no lo digo yo, lo dice la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el máximo tribunal de justicia de la República Mexicana. La puede leer, la pueden encontrar en internet, la pueden bajar y allí ustedes van a encontrar la forma de cómo defenderse de todas esas autoridades omisas, corruptas y negligentes que no quieren hacer nada, no quieren cumplir con el trabajo que ellos decidieron hacer”.

El “hágalo usted mismo” se convirtió para Buendía Cortés en su día a día, aplicado con sus propios recursos para remover el lastre de la burocracia e inoperancia que mantiene inmóviles a las autoridades.

“Ya basta. No es posible que las autoridades se nieguen a cumplir con su trabajo, no es posible que quieran seguir convirtiendo al país en un cementerio nacional, no es posible que estén viendo que estamos viviendo una emergencia nacional y se cruzan de brazos, que no les importe, pero las voces de nuestras hijas se levantan en nuestra propia voz y lucha”.

Hoy la maquinaria legal para las familias víctimas de feminicidio tiene otro rostro, el de la esperanza, el de Buendía Cortés, una madre que luchó por años para que el asesinato de su hija Mariana Lima no quedara en el olvido y que hoy es una puerta para centenas de familias que buscan, como ella, acceso a la justicia sin miramientos.

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