La planta atómica nipona de Sendai entró ayer en proceso de reactivación, lo que la convierte en la primera que opera en Japón tras un apagón nuclear de dos años y en la primera que funciona con nuevos patrones de seguridad aprobados tras el desastre de Fukushima.
Los operarios de Kyushu Electric Power, propietaria de la central, procedieron a retirar las barras de control —que interrumpen el proceso de fisión— del reactor 1 de la planta, confirmó a EFE un portavoz de la propia empresa.
La reactivación de Sendai, en el suroeste del país, se ha llevado a cabo con el impulso del gobierno nipón, que defiende la necesidad de retomar la energía nuclear para estimular el crecimiento pese a que la mayoría de japoneses rechaza la medida por miedo a que se repita un desastre como el de Fukushima en 2011. Kyushu Electric espera que el reactor tarde unas 12 horas en alcanzar su criticidad y confía en que comience a generar electricidad a partir del 13 de agosto.
El Universal