Jhosivani Guerrero de la Cruz, renunció a la química para ser maestro

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Ciudad de México (17 de septiembre de 2015).- Los resultados de la Universidad de Inssbruck practicados a restos óseos encontrados en el río San Juan, en el municipio de Cocula, Guerrero, permitieron confirmar que pertenecen a Jhosivani Guerrero de la Cruz, normalista de Ayotzinapa, desaparecido desde el 26 de septiembre del año pasado.

El joven tenía 19 años de edad y era el menor de siete hermanos de una pareja de campesinos de la comunidad de Omeapa, en Tixtla; le apodaban El Coreano, por su pelo lacio y erizo, y sus ojos rasgados. El 15 de febrero de 2015 hubiera cumplido 20 años.

Antes de ingresar a la Normal Rural de Ayotzinapa, Jhosivani buscó estudiar Ciencias Químicas en Puebla, pero implicaba distancia y un gasto para su familia, por lo que se decidió a realizar examen de admisión para estudiar en la Normal, cerca de su casa y de los suyos. Decidió no emigrar a Texas, Estados Unidos, como su padre -al que nunca conoció- y hermanos mayores, él prefirió quedarse en Guerrero con el resto de la familia.

Dentro de la Normal Rural de Ayotzinapa, participaba en la Casa del Activista, un espacio dentro del plantel donde los jóvenes son preparados “política e ideológicamente” y se les enseña “cómo dar argumentos ante quien sea con bases y fundamentos”.

Por un error de sus compañeros de la dirigencia estudiantil, dieron el nombre de Jhosivani como uno de los dos muertos que reportaron la mañana del sábado 27 de septiembre de 2014 en Iguala.

Su mamá, Martina de la Cruz, acudió al Servicio Médico Forense a identificarlo, pero señaló que el cuerpo no era el de su hijo; hoy, la Procuraduría General de la República, informó que la Universidad de Inssbruck encontró que el ADN de una muestra ósea analizada coincide con el de él.

El 20 de septiembre de 2014, una semana antes de los trágicos hechos, fue la última vez que sus padres y hermanos lo vieron en casa, donde realizó algunas actividades, como la chaponada de toda la hierba del corral de gallinas y puercos.

Hoy, el joven guerrerense es el segundo de los 43 normalistas desaparecidos que es identificado a través del análisis de restos óseos. El primero se dio en diciembre de 2014. Su nombre, Alexander Mora.

Fuente: La Silla Rota.

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