María Ruiz
A un día de llevarse a cabo la marcha por los derechos de la comunidad LGBTIQ+ en San Luis Potosí capital, Adrián Barrios, integrante de la organización Todes Trans, destacó que las personas trans aún son uno de los sectores más vulnerados dentro de la diversidad sexual al enfrentar discriminación, desigualdad y violencia estructural que persisten en todos los ámbitos de la sociedad.
Barrios remarcó que las mujeres y hombres trans encuentran múltiples barreras para acceder a empleos dignos y a espacios de vivienda sin ser objeto de estigmatización o violencia.
“Lamentablemente, las violaciones a los derechos humanos de nuestra comunidad son una constante. Nos siguen negando espacios, servicios y oportunidades básicas simplemente por nuestra identidad de género”, señaló.
Sobre el panorama actual en el estado de San Luis Potosí y el trabajo que realizan desde la organización, Barrios mencionó que, aunque se han impulsado algunas iniciativas legislativas importantes, aún falta mucho por consolidar.
Entre los avances más recientes, destacó la presentación de iniciativas para el reconocimiento explícito de la orientación sexual, identidad y expresión de género, así como de las características sexuales dentro de la Constitución del Estado, lo que permitiría blindar estos derechos de acuerdo con los estándares internacionales.
También se refirió a la necesidad de armonizar las leyes estatales con la prohibición de las llamadas terapias de conversión (ECOSIG), que ya fueron abordadas a nivel federal, pero que requieren ajustes locales para su correcta aplicación.
“Hay diputadas aliadas que han mostrado interés en empujar esta agenda. Ya se habían tardado, pero nunca es tarde para comenzar a trabajar en estos temas”, enfatizó.
A pesar de estos esfuerzos, los casos de discriminación persisten en la vida diaria. Barrios relató que recientemente, a jóvenes trans se les negó el acceso a un espacio recreativo, por lo que ahora llevan el caso por la vía legal.
Además, mencionó la denuncia de una mujer de la diversidad sexual que sufrió un acto de discriminación en un centro de justicia.
“El problema es que esto ocurre en todos los espacios, incluso en aquellos donde se supone que ya hay mayor información y conciencia. A veces, aunque existan capacitaciones y protocolos, en la práctica sigue sin respetarse la dignidad de las personas trans”, lamentó.
Desde la organización Todes Trans se han documentado diversos casos de discriminación en lo que va del año, principalmente en el ámbito laboral y en espacios públicos, de los cuales algunos ya han sido reportados ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
Barrios subrayó que las personas trans —especialmente las mujeres trans y las personas transfeminizadas— son las más afectadas por estas violencias. La expresión de género sigue siendo motivo de agresión, estigmatización y exclusión social.
“El panorama es crítico, y lo hemos visto no solo a nivel local, sino en todo el país. Estos indicadores de violencia siguen creciendo. Aunque hay esfuerzos, esperamos que estos cambios lleguen pronto y que no tengamos que seguir perdiendo derechos ni vidas en el camino”, concluyó.