Carlos Rubio
Hace casi dos semanas, Ricardo Gallardo Cardona selló el control completo del Poder Judicial, luego de que las magistraturas que resultaron ganadoras coincidieron exactamente con los “acordeones” que estuvo repartiendo el Gobierno del Estado durante la jornada electoral. A la par, y aún meses después, el PRI y el PAN siguen sin tener dirigencias firmes y llevan vidas internas bastantes abruptas. Ambas realidades muy distintas, que reflejan el por qué vivimos hoy en día este gobierno y estos problemas.
Quienes deberían ser contrapesos en el estado se pelean entre ellos, tienen lapsus dictatoriales, no pueden ni concertar con sus mismos integrantes ni superar procesos internos que ya fueron del 2024.
Mientras San Luis Potosí se ahoga en el gallardismo los partidos políticos viven en su burbuja del privilegio de disfrutar del erario público sin la necesidad de mover un solo dedo. O aparte de desperdiciar el dinero en sueldos y procesos internos simulados, ¿en qué más gastan el PRI y el PAN? ¿Alguien ha visto que realicen alguna campaña en calle? ¿Procesos de afiliación? ¿Promuevan la democracia? Nada…
La reciente resolución del Tribunal Electoral Estatal que echó abajo el proceso por el que se reeligió a Sara Rocha para encabezar la dirigencia del PRI y la reposición del proceso panista en el que ahora Verónica Rodríguez funge como candidata única, dejan en peor situación a dos partidos que desde hace años son devorados por la ola morenista a nivel nacional y por la gallardía en lo local.
Esta coyuntura potosina no solo abre dudas sobre el objetivo que realmente persiguen los partidos políticos (al parecer ostentar el poder ya no lo es), sino que también obliga a cuestionarse la efectividad de las resoluciones de los tribunales electorales, en vista de que después de largos y tediosos procesos, el resultado seguirá siendo el mismo: Verónica Rodríguez volverá a ser la lideresa del PAN y, aunque esto apenas comienza para el partido tricolor, muy probablemente Sara Rocha vuelva a colocarse a la cabeza del PRI.
¿Es verdaderamente necesario desperdiciar recursos en impugnaciones que al final del camino no van a repercutir más que en el erario? Quizá sí, al final del día es un derecho, sin embargo, bien vale la pena que se revisen los alcances para evitar este tipo de circos.
Y aunque en términos prácticos las impugnaciones no servirán de mucho ya que las dirigencias terminarán por ser las mismas, sí hay algo simbólico en ellas: la legitimidad de las lideresas.
No es lo mismo librar un proceso normal con impugnaciones desechadas, a ser acusada de corromper una elección y a los votantes, y que esto lo confirme un Tribunal.
Regresan al cargo, sí, pero con una mancha en el historial.
En su contraparte está el gobernador Ricardo Gallardo Cardona, quien apoyado de la gran estructura y poder que tiene el gobierno estatal, gozará de un Poder Judicial totalmente a modo (si no es que ya lo era).
No es un modelo a seguir, pero sí una muestra que hay alguien en el tablero jugando en serio; no solo allanando el terreno para el fin de su sexenio, sino para darle continuidad por varios más. Una muy ambiciosa meta que podría jugarle en contra, sobre todo si desde la presidencia se mide bien el poder de la gallardía y las consecuencias de que siga aumentando.
También es responsabilidad de los partidos políticos hacer un equilibrio, no solo de la presidenta.
Pero como encontraron una zona de confort en su burbuja interna, donde cobran por hacer conferencias de prensa patito, difícilmente harán algo.
Las únicas veces que saltan es cuando se les atrasa la ministración del presupuesto.
La ciudad podrá ser un caos y el control de los poderes estará en una sola persona, pero eso… eso no importa.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Actualmente director editorial de Astrolabio Diario Digital, con interés y experiencia en Transparencia y el Derecho de Acceso a la Información Pública. Formó parte de la tercera generación del MásterLab en edición de investigaciones organizado por Quinto Elemento Lab.
