Marcela Del Muro
La familia recorrió las calles del Centro de San Luis Potosí entregando impresiones de la ficha de búsqueda de Perla Yajaira Santiago Balvaneda. En cualquier oportunidad que tenían, el padre, la madre y la pequeña nieta entraban a los establecimientos: “Venimos de lejos. Estamos buscando a nuestra hija Perla, desapareció en Jerez, Zacatecas (…), pero sabemos que las personas desaparecidas pueden estar en cualquier lado”, dijo el señor Antonio frente a los comensales de una cafetería en la calle Zaragoza.
La ficha muestra a una muchachita de cara redonda y frente amplia, enmarcadas por unos rizos castaños oscuros; sus ojos redondos miran, misteriosamente, hacia la izquierda y sonríe de forma discreta. Dice que desapareció el 22 de febrero de 2024, cuando tenía 21 años. Sin embargo, Margarita y Antonio, sus papás, comentan que su “calvario” comenzó desde diciembre de 2022, cuando a su hija le ofrecieron, por redes sociales, un trabajo de mesera en Jerez, y decidió dejar a su familia en Guadalajara para buscar mejores oportunidades de vida en la ciudad del centro de Zacatecas.
“Nosotros nos inclinamos a no dejarla. Pero, había un carro afuera de nuestra casa con dos muchachas más. Y ella se fue”, narra el señor Antonio. Por lo que han investigado los padres de Perla, sospechan que el ofrecimiento de trabajo solo fue una forma de reclutar a su hija a una red de trata para explotarla sexualmente.
Esta es una de las modalidades más utilizadas por los tratantes de personas para enganchar a sus víctimas, regularmente niñas, niños, adolescentes y personas jóvenes; otra forma habitual es a través del amor romántico en los grupos para encontrar pareja, también por redes sociales, según indica el Informe sobre Trata de Personas: Modalidades de Enganche en San Luis Potosí, Zacatecas y Tamaulipas, realizado por la asociación civil Educación y Ciudadanía (Educiac).
Perla tenía miedo, la tenían amenazada
La última vez que Margarita y Antonio vieron a Perla fue en diciembre de 2023, un par de meses antes de ser desaparecida. La joven regresó a Guadalajara por su hija, una pequeñita de cinco años que se había quedado al cuidado de sus abuelos.
“Llegó con otra persona diciéndonos que se había casado. También llegó con bastante efectivo. Nos sacó de onda y pues nosotros queríamos saber de dónde (lo había sacado). Información que no nos dio. Fue una visita de cinco minutos y ella quiso regresar a Jerez”, recuerda el señor Antonio.
La señora Margarita tuvo oportunidad de hablar unos segundos con su hija en privado y le comentó que tenía miedo. “Ella me dijo que la tenía amenazada, que si lo llegaba a dejar, él nos haría algo a nosotros”. La madre intentó evitar que su hija se fuera con él, que se quedara en casa, pero Perla no pudo hacerlo por temor. “La última conversación que tuvimos con ella fue un pleito”, se lamenta el padre.
En el año previo a su visita, los padres solo pudieron hablar en dos ocasiones con su hija, quien se mostró cortante y reservada. “Siempre las llamadas eran monitoreadas, sentíamos que estaba restringida su información hacia nosotros. Siempre ella estaba en altavoz con una persona oyendo”.
La desaparición y búsqueda de Perla
“A finales de febrero de 2024, nos avisan que la habían desaparecido. Nos localizó la Fiscalía (de Zacatecas) para decirnos que tenían en su posesión a la hija de mi hija. Y que tenemos que ir a Zacatecas a recuperarla, la tenían en una casa cuna y nosotros teníamos que acreditar el parentesco. Para el día 6 de marzo nos la entregaron y nos llevaron a Jerez a levantar la respectiva denuncia. Nosotros dimos características, fotografías, pruebas de ADN y (nos hicieron) una entrevista como de cuatro horas”, recuerda el señor Antonio.
La pequeña hija de Perla se encontraba con ella cuando se la llevaron. Con el tiempo, observándola, los abuelos comenzaron a darse cuenta de las afectaciones y, de pronto, la niña comenzó a platicarles que aquel 22 de febrero unos hombres llegaron, a su mamá le taparon los ojos y la ataron de pies y manos, y se la llevaron junto al muchacho que supuestamente era su pareja. Los dos están desaparecidos.
La familia regresó a Guadalajara y se unió a un colectivo de búsqueda allá; viajaban constantemente a Jerez para preguntar sobre los avances en la investigación, pero no les informaban nada; después se dieron cuenta que la denuncia y la carpeta de investigación de la desaparición de Perla también fueron desaparecidas.
Los padres decidieron mudarse a Zacatecas junto con su pequeña nieta, para poder vigilar la búsqueda de su hija. A pesar del riesgo, ellos comenzaron a investigar por su cuenta, repartían la cédula de búsqueda de su hija, platicaban con las personas que se acercaban a ellos y preguntaban por las calles. “Dentro de la investigación pues no hay nada de avance. Lo poquito que sabemos es dándole difusión nosotros”, dice el padre.
Así se enteraron que la pareja de su hija se dedicaba a cobrar piso en Jerez y entendieron porqué la última vez que la vieron traían tanto efectivo. Un hombre que supuestamente fue pareja de Perla en Jerez les pasó una lista de personas que su hija frecuentaba.
“Él fue el primero que sospechó que la estaban prostituyendo. Me dijo que la tenían en un bar llamado Ladies, en la entrada de Jerez. Ese bar ya lo reventaron porque era de la maña”, explica el señor Antonio y agrega que tiene la teoría de que después del altercado en el Ladies “empezaron a hacer limpia y pues le tocó a este muchacho que cobraba piso”.
Hablando con una amiga de su hija confirmaron que a Perla la estaban explotando sexualmente. “Nos comentó que la última vez que la vio la tenían trabajando en la zona de tolerancia”.
México ha sido considerado un país de origen, tránsito y destino de personas víctimas de trata. De 2018 al 2021 han aumentado un 39.7 por ciento los casos de mujeres víctimas de trata en el país, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, incluidos en un informe de Hispanics in Philanthropy (HIP), que indica que en la región Bajío, Zacatecas y San Luis Potosí son los estados con mayor incidencia del delito, sobre todo trata para explotación sexual o trabajo forzoso.
La Comisión de Búsqueda en Zacatecas es la que está trabajando con los papás de Perla para intentar dar con ella. El día de su desaparición, se encontraba con otra pareja que fue liberada, por la narración que dieron a las autoridades, “una hora de camino, entre terracería y pavimento”, creen que podría estar en la Sierra de Cardos, Sombrerete o Villanueva. Hasta ahora han realizado 25 búsquedas de campo en la zona, pues se cree que la tienen en algún campo de reclutamiento en la sierra zacatecana.
El indicio de Teuchitlán y la búsqueda por todo el país
En marzo, tras el horroroso hallazgo en el rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, los padres de Perla fueron invitados por la Fiscalía zacatecana para ver los indicios encontrados en el campo de reclutamiento. La señora Margarita reconoció la bolsa de su hija en el indicio 25H.
“Era su bolsa favorita, yo la veo y me fui para atrás porque me acuerdo muy bien de su bolsa. Tiene una hebilla de metal y una descosida en el mismo lugar, el mismo tamaño y el mismo grosor”, explica la madre.
Los padres acudieron a Teuchitlán, visitaron el Rancho Izaguirre y el Rancho La Vega. “Llevamos una colaboración por parte de Zacatecas, fuimos a cinco dependencias diferentes y no saben dónde quedó la bolita. Los indicios ya estaban en posesión de la Fiscalía (General de la República) y no nos permitieron revisarlos”.
La agente del Ministerio Público fue a Guadalajara a entrevistar a uno de los detenidos, pero no quiso dar información. Sin embargo, los padres comentan que en el lugar les confirmaron que una joven con las mismas características de su hija estuvo allí. “Mi hija tiene un ojo malito, un ojo más pequeñito. Nos comentaron que por el color de piel, por el ojito y por el cabello, hubo una persona con cierto parecido”.
Desde entonces, Margarita y Antonio decidieron buscar a su hija por todo México, creen que el grupo criminal que la tiene reclutada la ha estado moviendo constantemente en este años y tres meses que llevan sin saber nada de ella. “Nos dicen que el 75 por ciento de las personas que han estado encontrando con vida y también sin vida están en otros estados”, cuenta el padre de Perla.
Desde diciembre de 2021, el buscador Javier Espinosa Granados, de Aguascalientes, comenzó a articular a colectivos de varios estados de la región Bajío en una Reunión Regional que se realiza de forma trimestral y donde también acuden autoridades de búsqueda, pues se sabe que las desapariciones en esta zona abarcan distintos estados y es necesaria la colaboración entre entidades, que es un problema constante para las víctimas.
Los padres de Perla, desesperados, han decidido buscarla por ellos mismo y con sus recursos. Su búsqueda inició en San Luis Potosí porque “al principio podía ingresar a un Facebook que tenía mi hija y me aparecieron dos ubicaciones, una aquí en San Luis y otra en León”.
Si tienes alguna información sobre Perla, puedes contactar a su familia en la página Ayúdanos a encontrar a Perla o puede comunicarse a la Comisión de Búsqueda de Zacateca, en el teléfono 492 243 3795 o al correo electrónico clbpzac@zacatecas.gob.mx.