Luego de que la Suprema Corte de los Estados Unidos, también ordenara que se deben aceptar los matrimonios entre personas del mismo sexo, el canciller del arzobispado de San Luis Potosí, Fernando Ovalle González, refirió que hay veces que las sociedades y los gobiernos dan rienda suelta a los caprichos y desviaciones humanas, pero esto no afecta a la fe y a la ley divina.
Dijo además que la homosexualidad no es más que un trastorno psicológico y por tanto de esta manera debe de ser tratada, no porque la ley lo diga, la iglesia debe de casarlos, cuando en las escrituras especifica que el objetivo de la unión matrimonial es la de dar fruto, esto entre un hombre y una mujer.
Asimismo recalcó que los gobiernos y las sociedades debieran enfocarse en brindar “terapias” a los que tengan preferencias homosexuales para que a través de esto puedan recomponer su sexualidad, que está afectada psicológicamente “no está comprobado que este comportamiento sea de nacimiento o genético, por tanto esto apunta que es algo aprendido o producto de circunstancias específicas” concluyó.
