La Ruta Huichol

Por Victoriano Martínez

La inscripción de la Ruta Wixárika por los sitios sagrados hasta Wiricuta en la lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) representa, antes que nada, el respaldo internacional a una demanda del pueblo Wixárika: respeto y protección para sus peregrinaciones anuales.

No deja de ser motivo de orgullo para los mexicanos contar con un reconocimiento de esa naturaleza, pero se debe tener claro que su inscripción no resuelve en automático las demandas de la comunidad indígena cuya peregrinación, según describieron en la petición a la UNESCO recorre “una longitud aproximada de 450 kilómetros, y va desde Nayarit hasta San Luis Potosí (900 kilómetros de ida y vuelta), durando hasta 40 días”.

Su inscripción como Patrimonio Mundial en realidad marca el inicio de una serie de acciones que deberán ponerse en marcha y que se encuentran descritas en el Plan de Gestión Integrada, Conservación y Salvaguardia 2024 – 2030, que forma parte de la documentación que respalda el reconocimiento.

La también conocida como Ruta Huichol enfrenta cuando menos tres tipos de amenazas para su integridad: las actividades agropecuarias, la explotación minera y el turismo.

Tres aspectos que se deben atender a lo largo de la ruta, que cruza por cuatro estados (Nayarit, Jalisco, Zacatecas y San Luis Potosí) y 32 municipios, de los cuales cinco son potosinos (Villa de Ramos, Salinas, Charcas, Catorce y Villa de Guadalupe), pero con un mayor compromiso para las autoridades potosinas estatales y locales.

“Es importante tener en cuenta que en el caso de Wirikuta, es uno de los lugares sagrados más importantes para los Wixaritari y, por lo tanto, es esencial definir las medidas necesarias por consenso con las comunidades y las instituciones involucradas”, advierte el Plan de Gestión.

La agricultura amenaza en tanto que su expansión ha desplazado flora y fauna nativa asociada a la Ruta, en tanto que la ganadería afecta por el sobrepastoreo que ha impactado negativamente algunos de los sitios sagrados.

Una de las preocupaciones es que el peyote (que representa una deidad para los huicholes y cuya cacería es uno de los motivos de sus peregrinaciones) y muchas otras especies de plantas y animales de gran valor simbólico para los pueblos indígenas están en peligro de extinción.

En el caso de la minería, varias concesiones mineras en Zacatecas y San Luis Potosí, pero especialmente dos que se encuentran dentro de la zona de amortiguamiento de una de las áreas de conservación, son motivo de preocupación para la comunidad Wixárika, por lo que fueron una de las razones para buscar el reconocimiento como Patrimonio Mundial.

“Es importante revisar estas concesiones y acordar con las empresas las medidas necesarias de mitigación y adaptación para la protección y uso de estos lugares sagrados”, prescribe el Plan de Gestión.

Desde la perspectiva del turismo, la comunidad Wixárica lamenta que sus ceremonias y sus rituales se hayan convertido en una atracción y hayan perdido privacidad, además de que provocan que en lugares sagrados, como Cerro Quemado o Tatei Martinieri, en tierras potosinas sus ofrendas son saqueadas y no se respetan los manantiales sagrados.

El Plan de Gestión establece la necesidad de reformas legislativas y administrativas para la protección y el uso de los lugares sagrados, especialmente porque “los participantes de la comunidad expresaron que ‘enfrentamos arrestos y criminalización frecuente durante la caza de hikuri (peyote), así como del ciervo de cola blanca (venado)’”.

En lo que toca a las autoridades locales, se recomienda “capacitar a los gobiernos estatales y municipales para que estén informados sobre las necesidades y responsabilidades en torno a la Ruta, de modo que se considere en sus instrumentos de planificación”.

No basta con que las autoridades estatales manifiesten orgullo por el reconocimiento y afirmen que “nos motiva para seguir trabajando en la conservación, preservación, protección de nuestras raíces, cultural y de nuestros pueblos indígenas”, como afirmó el gobernador Ricardo Gallardo Cardona, cuando no pueden acreditar que se haya trabajado en ese sentido.

La forma en que se pasó por encima del Patrimonio Mundial con las obras en el barrio de San Miguelito y el nulo apoyo del gobierno estatal a las acciones para promover la conservación y el rescate de la Sierra de San Miguelito como Área Natural Protegida dan cuenta de la actitud del gobierno gallardista.

La Ruta Wixárika por los sitios sagrados hasta Wiricuta como Patrimonio Mundial representan hoy un caso más en el que se podrá confirmar hasta dónde el gobierno potosino atiende las demandas de protección al patrimonio cultural, cuando ha dado muestras de que es algo que poco le interesa.


El Plan de Gestión Integrada, Conservación y Salvaguardia 2024 – 2030 para la Ruta Wixárika por los sitios sagrados hasta Wiricuta establece una serie de medidas urgentes, además de prioridades de corto, mediano y largo plazo. Enseguida se enlistan:

Medidas Urgentes

• Consolidar las directrices para el uso y conservación de lugares sagrados y polígonos de protección. Esto tendrá que trabajarse en parte por las comunidades Wixárika.

• Acciones de conservación ambiental relacionadas con el saneamiento de cuerpos de agua y la recolección de residuos sólidos.

• Realizar estudios de impacto patrimonial en el contexto del Valor Universal Excepcional de la ruta para proyectos mineros y agrícolas en la zona.

• Realizar estudios de impacto patrimonial en lugares sagrados, teniendo en cuenta el impacto de los usos tradicionales para el uso y visita de los sitios.

Prioridades de gestión

De corto plazo

• Es necesario contar con información detallada sobre los lugares sagrados asociados con la ruta que no están considerados en la Ruta.

• Es necesario tener un glosario que capture las diferentes formas en las que las distintas comunidades designan los lugares sagrados dentro de la Ruta.

• Es necesario formalizar una unidad de gestión para la implementación del plan en la que participen todos los actores involucrados en la toma de decisiones.

• Es necesario fortalecer la comunicación entre los diferentes actores gubernamentales y los Wixaritari para monitorear la ruta.

De mediano plazo

• Una vez formalizada la unidad de gestión, es necesario desarrollar proyectos ejecutivos para actualizar regulaciones, crear y mantener infraestructura, y regularizar la tenencia.

• Es necesario llevar a cabo un monitoreo oportuno de los componentes de la ruta en el marco del patrimonio.

• Es necesario tener un monitoreo oportuno de los componentes de la ruta en el marco de los estudios de impacto patrimonial y las medidas de mitigación acordadas para las actividades mineras, agrícolas y turísticas en la zona.

• Tener reconocimiento legal de los lugares sagrados y la importancia de su conservación.

De largo plazo

• Establecer protocolos para la inserción de actividades en y alrededor de los lugares sagrados donde las comunidades Wixaritari tengan voz y voto y su relevancia sea evaluada desde la perspectiva de sus usos y costumbres y la conservación del Valor Universal Excepcional de la propiedad.

• Contar con instrumentos para la protección de todos los componentes de la ruta

• Contar con instrumentos para la protección de elementos asociados a la lista no incluidos en la selección representativa propuesta para la Lista de Patrimonio Mundial.

• Tener certeza de la propiedad y libre acceso para los Wixaritari a todos los lugares sagrados contemplados en la ruta.

• Actualizar otros instrumentos de planificación que reconozcan la ruta y consideren la conservación de su Valor Universal Excepcional.

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