Por Victoriano Martínez
El panorama del tratamiento de aguas residuales en el Estado es tan incierto como la disponibilidad de información sobre el número de plantas tratadoras, su capacidad instalada, sus condiciones y el porcentaje al que operan actualmente.
Pascual Martínez Sánchez, titular de la Comisión Estatal del Agua (CEA), aseguró que al menos 20 plantas tratadoras se encuentran inactivas o incompletas, de acuerdo con los diagnósticos más recientes, pero no aportó más datos al respecto.
El sitio Web de la CEA, antes que un instrumento para que esa comisión dé a conocer información sobre sus actividades, resulta un apéndice de la FENAPO: las tres imágenes del carrusel de su página principal anuncian los conciertos gratuitos (destaca los de Marilyn Manson, Tiesto y los Tigres del Norte).
Ni en la Plataforma Estatal de Transparencia aparece información sobre las condiciones de las plantas de tratamiento.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) publica un Inventario Nacional de Plantas Municipales de Potabilización y de Tratamiento de Aguas Residuales en Operación con corte a diciembre de 2023, que representa el informe más reciente sobre las plantas de tratamiento.
En ese documento, se enlistan 77 plantas de tratamiento en el estado de San Luis Potosí con capacidad para procesar un total de 2 mil 793.4 litros por segundo, aunque sólo procesan 2 mil 201.8 litros por segundo. Es decir, operan al 78.82 por ciento de su capacidad.
Martínez Sánchez aseguró que al menos 20 plantas tratadoras se encuentran inactivas o incompletas. De las 77 registradas por la Conagua, no hay una sola que no tenga actividad, incluso hay una en Rioverde que señala que opera al 108.26 por ciento de su capacidad, en tanto n el otro extremo está la de Tierra Nueva que opera apenas al 7.08 por ciento.
El informe –el más reciente disponible– corresponde a diciembre de 2023. O en los últimos 18 meses dejaron de operar 20 plantas de tratamiento, o Martínez Sánchez se refiere a plantas que no forman parte de ese inventario.
El titular de la CEA anunció que esta semana tienen programada una visita técnica a la planta de tratamiento del municipio de Charcas para evaluar las condiciones en las que se encuentra.
En el inventario de Conagua no aparece esa planta, lo que podría representar que, además de las 77 plantas que aparecen en el inventario, existen plantas que no aparecen ahí y que se encuentran inactivas o incompletas o forman parte de las que Martínez Sánchez describió como que “hemos tenido plantas que se reportaron como terminadas y no lo están”.
El caso es que la situación de las plantas de tratamiento se desconoce, y de acuerdo con la información que se encuentra disponible es posible observar la gran concentración de sus capacidades en la zona metropolitana: el 72.63 por ciento del agua que es tratada se en plantas de la mancha urbana de la capital.
También en la capital se concentra el mayor porcentaje de operación efectiva: de los 2 mil 201.8 litros por segundo que son tratados, mil 620.5 se procesan en las plantas de la mancha urbana, es decir, el 73.6 por ciento.
Por lo que respecta al aprovechamiento del agua tratada para evitar suplir el agua potable en actividades que así lo permiten, además del Tanque Tenorio con sus mil 50 litros por segundo que se envían a la Termoeléctrica de Villa de Reyes y la planta de Industrial Minera México con 40 litros por segundo procesados, del resto de plantas sólo los 12 plantas se usan para regar áreas verdes y ocho para riego agrícola.
El agua de 35 plantas de tratamiento se tira a arroyos o ríos, mientras que sobre las 22 restantes la Conagua no cuenta con la información sobre el uso que se les da.
De acuerdo con la Ley de Agua del Estado, establecimientos como los dedicados al lavado de autos y los que se dediquen al servicio de lavandería están obligados, “siempre y cuando haya disponibilidad”, a utilizar agua tratada.
De las 16 plantas de tratamiento que la Conagua reporta en la ciudad, sobre el uso que se le da a sus aguas en el caso de una privada (identificada como CIMA) no cuenta con información de uso y en ninguna de las otras 15 de menciona disponibilidad para los fines que la Ley prevé para evitar consumo excesivo de agua potable.
A diciembre de 2023, en la ciudad no se utilizaba el 20.13 por ciento de la capacidad instalada, que representan 408 litros por segundo, ¿Acaso podrían activarse para ahorrar agua en las actividades que prevé la Ley?
Quizá el diagnóstico más reciente de la CEA, que resulta que no es público, esté por definir estrategias para ese tipo de aprovechamiento… nomás para que las buenas intenciones de los legisladores sirvan de algo.