Marcela Del Muro
Encontrar una casa o departamento en renta o venta toma tiempo, sobre todo si buscas un lugar a un precio accesible y en una zona céntrica de la ciudad. Los grupos de renta y venta de casas en redes sociales son herramientas útiles, sin embargo, hay un problema grave: puedes ser estafado.
Una publicación en el grupo de Facebook “Casas en renta en San Luis Potosí” muestra una vivienda pintada de azul chillón, con pisos blancos, closets de madera y una cocina integral. Dice que es una casa amplia, cercana al centro y a un precio accesible. “Información al [teléfono] 6676467871”, indica el mensaje publicado por el perfil de Sofía Ibañez, que cuenta con 18 amigos.

Al solicitar informes, te dicen que es una casa de dos habitaciones en la colonia Tequisquiapan y la renta es de 3 mil pesos, una mensualidad irreal para una casa en esa zona de la ciudad. “Se muestra solo por apartado porque ya me han hecho ir mucho y no se presentan y voy desde Querétaro. El apartado es de $500”, indica el mensaje del número con lada de Sinaloa.
Ante la desconfianza, la persona envía una identificación de una mujer llamada Claudia e informa que el depósito se puede realizar en una tienda Oxxo, a la cuenta de Mercado Pago 722969010782838912.
El número telefónico y la cuenta bancaria cuenta con varios reportes de estafa desde el 2024, en Mexicali, Cabo San Lucas y Tijuana, en el estado de Baja California; Ciudad Juárez, en Chihuahua; Tepic, en Nayarit; y en la ciudad de Querétaro. Su forma de operar es anunciar casas en renta en grupos de Facebook enfocados al rubro inmobiliario, con las características “cerca del centro” y “precio accesible”; se utilizan diferentes perfiles de mujeres, pero siempre con el mismo número telefónico. Por ejemplo, esa misma casa azul chillón que supuestamente se localiza en la colonia Tequisquiapan fue publicada por el mismo perfil en un grupo de Los Cabos.



“Los fraudes adoptan múltiples formas: Rentas falsas, donde tras recibir un depósito el supuesto arrendador desaparece; preventas irregulares y terrenos fantasma, ofrecidos por empresas sin permisos que nunca entregan lo vendido; y, hoy más que nunca, anuncios engañosos en redes sociales, con precios irreales que atraen a las víctimas con la promesa de una ‘oportunidad única’. En muchos casos está involucrada una suplantación de identidad de propietarios y documentos falsos para cerrar operaciones rápidas”, explica el gestor de proyectos urbanos Fernando Rodríguez Román, de Comuna Hábitat.
El “cártel inmobiliario” en San Luis Potosí
“El mayor peligro, sin embargo, lo viven quienes solo buscan cubrir una necesidad básica: un lugar para vivir. Personas que, sin respaldo legal suficiente, quedan vulnerables en un sistema que permite despojos mediante juicios falsos, documentos apócrifos y estafas organizadas”, señala Rodríguez Román.
El pasado agosto se destapó una red de estafadores que inventaron deudas, utilizando al sistema de justicia, y despojaron al menos a una veintena de personas de sus propiedades mediante engaños y amenazas; nombrado por las víctimas como “cártel inmobiliario”. Las denuncias se han registrado desde el 2018 y apenas se reportó la detención de dos personas involucradas. El grupo de víctimas denunciaron que sospechan que hay personas de la Fiscalía General del Estado (FGE) y del Poder Judicial involucrados en esta red fraudulenta.
Daniel N., presunto líder del “cártel inmobiliario”, utilizaba pagarés falsos para despojar a los usuarios de sus viviendas o vendía propiedades a costos bajísimos para después extorsionar o amenazar de muerte a los compradores, exigiéndoles más dinero, propiedades o vehículos.
Este tipo de fraude inmobiliario se desarrolla gracias a “la falta de profesionalización en el sector inmobiliario, tanto en las autoridades que deberían regularlo, como en muchas de las personas que hoy se dedican a intermediar. La consecuencia: menos transparencia, más riesgos y mayor impunidad”, señala Rodríguez Román.
¿Cómo evitar caer en estafas inmobiliarias?
Regresando a los grupos de redes sociales, cuando se denuncia alguna estafa las reacciones regularmente se centran en culpar a las personas que han caído en ella. Pero, es importante recordar que estos estafadores pueden operar gracias a la urgencia de los usuarios por conseguir un lugar para vivir, la falta de oportunidades y a la especulación inmobiliaria, que acompaña otros problemas como la gentrificación, el alza de precios de las viviendas céntricas y la expulsión de los habitantes del centro de la ciudad a las periferias. Adversidades que enfrentan las generaciones actuales y venideras en San Luis Potosí, comenta Rodríguez Román.
El gestor de proyectos urbanos explica que en los últimos años se han impulsado reformas para endurecer la regulación, que exigen que los agentes inmobiliarios y las autoridades se certifiquen obligatoriamente. Sin embargo, estas iniciativas aún no logran reflejarse en una ley que se aplique en el día a día y protejan a la ciudadanía en general.
Mientras eso sucede, Rodríguez Román brinda algunos consejos prácticos para evitar caer en estafas inmobiliarias, como: desconfiar de las “super-oportunidades” que casi siempre son banderas rojas; verificar minuciosamente la documentación y la identidad del propietario; en caso de ventas, cerrar la operación en notarías de confianza, evitando los acuerdos informales; validar procesos con instituciones como Infonavit, Bancos o, incluso, la Profeco; y, sobre todo, denunciar prácticas fraudulentas, recordando que el silencio alimenta la impunidad.
“El mercado inmobiliario no debería ser un terreno de especulación y abusos. Debe ser una oportunidad para mejorar la calidad de vida, generar valor y construir seguridad patrimonial, ese debería ser el rol del profesional inmobiliario, si de verdad se busca prosperar en este mercado”, finaliza Fernando Rodríguez Román.