Por Sergio Díaz
Todo comienza a principios del siglo XX cuando la gente de Charcas debía viajar a la capital de San Luis, Monterrey o incluso hasta Saltillo y el único medio de transporte era el ferrocarril.
Había días en los cuales el tren se descarrilaba, se retrasaba o simplemente no pasaba, la gente debía pasar todo el día en la estación. El tren que corría de Charcas a San Luis pasaba por Bocas, comunidad cercana a la capital y había ocasiones en que el tren se detenía ahí.
Entonces las mujeres de Bocas hacían gorditas de queso con chile y se subían al tren para poder venderlas e incluso había días en el que viajaban con los pasajeros hasta llegar a Charcas y acá vendían sus productos, ellas debían regresar en la corrida que iba a Ciudad de México para volver a sus hogares.
Al ver éxito que tenía este platillo la gente de Charcas comenzó a replicarlo e incluso le pidieron ayuda a las señoras de Bocas que les enseñaran a hacerlas. Fue así que comenzaron a venderlas en la estación “Charcos” del ferrocarril.
Al paso del tiempo el ferrocarril desapareció, fue remplazado con las carreteras y en la estación también fueron desapareciendo las gorditas. Un par de familias retomaron la receta, comenzaron a venderlas en todo Charcas incluso se dice que las gorditas de Doña Leona han sido las más sabrosas y fue así como en 1945 las gorditas de queso con chile se han vuelto un platillo típico de esta región.
Hoy día en la calle Hidalgo, ubicada en la cabecera municipal de Charcas, hay varios locales que venden estas gorditas todos con su distinto toque e incluso algunos restauranteros locales comentan de que a pesar de ser un plato sencillo no muchas personas logran hacerlo bien dado que hasta el nixtamal necesita estar a cierto punto. además de tener una cantidad exacta de queso de vaca y de chiva.
