Las redes para linchar

Memes, “fake news”, apodos y ataques al por mayor son una constante en la política potosina. Los desinformadores a sueldo andan desatados, mientras la ética y el rigor periodístico se esfuerzan por sobrevivir.

Iraís Valenciano

“La Web 2.0 aprovecha la estupidez de las multitudes, así como su sabiduría. Algunos comentarios en YouTube te hacen llorar por el futuro de la humanidad solo por la ortografía, sin mencionar la obscenidad y el odio descarado”, escribió Lev Grossman en su artículo “Tú. Sí, tú. Eres la Persona del Año del TIME”, publicado en 2006.

Esa cita textual fue retomada por Ana María Olabuenaga en “Linchamientos Digitales”, un libro que desmenuza la naturaleza de las redes sociales y analiza tanto los límites de la libertad de expresión como aquellas publicaciones que rayan en la burla y el acoso.

El artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos dice que: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión…”. Sin embargo, en el ejercicio de la libertad de expresión, existen límites legales y éticos que establecen, por ejemplo, que no se debe difundir información falsa o injuriosa para dañar la reputación de una persona o grupo.

En el caso de los medios de comunicación, existe además la responsabilidad social, esa que consiste en informar de manera imparcial, veraz y responsable, sin datos engañosos. Por desgracia, en la era de las redes sociales, éstas se han vuelto el escenario perfecto para atacar, difamar, desprestigiar o insultar.

¿Cómo saber si un medio de comunicación, página en Facebook o cuenta en redes sociales es un legítimo esfuerzo comunicativo o un “linchador” digital? No basta con buscar el nombre del autor o autora; incluso con firma, existen expertos en la calumnia cotidiana, además de la facilidad para inventar pseudónimos.

Es recomendable una revisión exhaustiva de publicaciones anteriores para conocer su enfoque o línea editorial; prestar atención a las fuentes de información; verificar si ese mismo texto se replicó tal cual de otro sitio, además del tipo de temas y el lenguaje utilizado. ¿Abordan hechos comprobables y de interés público o tocan asuntos personales? ¿Recurren a insultos, adjetivación excesiva o sobrenombres? ¿Conocen lo básico de ortografía y redacción? ¿Elogian siempre a unos y atacan a otros? Además de sus redes sociales, ¿cuentan con medio impreso o sitio web?

Esta semana, Ciudadanos Observando denunció una “guerra de lodo” en su contra “y la proliferación de supuestos ‘medios de comunicación’ que, en realidad, son perfiles operados desde el propio Ayuntamiento”. Como ejemplo de ello, puso a El Informante San Luis. En los comentarios de la publicación, el medio fijó su postura y negó el señalamiento.

Una vez que Ciudadanos Observando puso el foco en esa página, vale la pena analizar otras cuentas de redes sociales que en los últimos años han aparecido en los “feeds” de las y los potosinos.

NotiLeaks ha gastado casi mil 600 pesos en pautas publicitarias para promover cuatro publicaciones, todas ellas contra el alcalde Enrique Galindo y dos son “memes”. En sus publicaciones se perciben destinatarios muy específicos y abundan los adjetivos y sobrenombres.

Extramuros, creada el 28 de febrero de 2022 maneja el mismo tipo de información y objetivos que NotiLeaks. Durante toda su existencia, ha gastado 99 mil 211 pesos en 812 publicaciones y muchas de sus notas pagadas en Facebook son contra el presidente municipal.

Perspectiva San Luis, también creada el 28 de febrero de 2022 y carente de sitio web, ha destinado 126 mil 945 pesos para 954 anuncios. Sus objetivos principales son Galindo Ceballos, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, el dueño de Astrolabio, Miguel Maya Romero y el huasteco Gerardo Sánchez Zumaya.

Periodistas Anónimos, que recurre a la edición de imágenes para ilustrar sus textos, ha pagado 78 mil 568 pesos por 800 anuncios, mientras que Los Desechos de San Luis, enfocada en memes de políticos muy específicos y creada en enero de 2023, ha destinado 5 mil 500 pesos a 76 pautas publicitarias.

Noticias Capital SLP, surgida en abril de 2022 no ha pagado publicidad, pero publica información similar a las páginas antes mencionadas, igual que Noticias San Luis Potosí. Esta última difunde además videos e imágenes en favor del gobierno estatal y los aliados del Partido Verde, tal y como también lo hace Pasión por San Luis.

A todas esas páginas de Facebook se suman por lo menos otras seis, esas sí, estructuradas con mayor formalidad, con propietarios conocidos y medios de contacto, aunque similares en el sesgo informativo; incluso, hay ocasiones en que publican textos idénticos. Coinciden también en que sus sitios web están plagados de publicidad de Gobierno del Estado.

Aparte, existen otras diez páginas de Facebook creadas entre el 2 de septiembre de 2023 y el 28 de agosto de 2024. ¿Qué tienen en común? Ninguna está enfocada en San Luis Potosí, su información va desde lo nacional hasta lo económico, lo internacional y lo deportivo, pero en todas ellas se ha pagado publicidad contra personajes potosinos.

El alcalde Enrique Galindo; el dueño de Astrolabio, Miguel Maya Romero; las autoridades de Interapas; el rector de la UASLP, Alejandro Zermeño Guerra; un asesor de Villa de Pozos; el exdirector del Hospital Central, Francisco Alcocer; el exalcalde de Matehuala, Iván Estrada; el notario Leonel Serrato; el cemapista Miguel Ángel Wong Soto y el exdiputado José Luis Romero Calzada son parte de sus “clientes frecuentes” para recibir ataques.

Y aunque en apariencia son 10 páginas de Facebook distintas, todas redirigen a puntomexico.com, un sitio carente de diseño y hasta de cabezal.

Screenshot

Decenas de anuncios pagados por esas páginas aparecen ya con la leyenda: “Este anuncio lo puso en circulación una cuenta o una página que posteriormente inhabilitamos por no cumplir nuestras Normas de publicidad”, y no todos tienen que ver con la política potosina, también hay ataques contra políticos de otros estados, pero en términos generales, por pautas relacionadas con “campañas de lodo”, Facebook recibió casi un millón de pesos a través de:

  • Cronósfera – 52,545 pesos por 76 anuncios
  • El Redactor – 133 mil 917 pesos por 186 anuncios
  • Vocero informa – 134 mil 398 pesos por 187 anuncios
  • El Nuevo Día – 154 mil 875 pesos por 181 anuncios
  • Llamado – 169 mil 267 pesos por 203 anuncios
  • RPNoticias – 90 mil 664 pesos por 153 anuncios
  • Prensa Plus – 91 mil 600 pesos por 140 anuncios
  • El Ángel Noticias – 5 mil 641 pesos en los últimos tres meses
  • Punto México – 108 mil 096 pesos por 159 anuncios
  • Vórtice – 69 mil 244 pesos por 88 anuncios

Y en medio de las “guerras sucias”, ni el gobernador Ricardo Gallardo Cardona ni sus allegados se salvan de los ataques. Los contenidos de Potosinos Opinando 06 P&O y Despertar San Luis 2.0 incluyen memes, críticas y reposteos adversos al Partido Verde y el gobierno estatal. Sin embargo, no se detectaron pagos realizados por alguna de esas cuentas.

Pagar pautas en redes sociales no es pecado, al contrario, es una buena alternativa para lograr diversos objetivos como: dar a conocer negocios de reciente creación, generar interacción o promover contenidos. Lo criticable es que a través de publicaciones se incite al odio, a la denostación y al linchamiento público, peor aún, cuando se destinan recursos públicos para ello.

Una cosa es informar y otra muy distinta es linchar o destrozar -muchas veces sin fundamentos- una reputación, y en eso no solo importan quienes emiten los mensajes, también los receptores de esos contenidos.

Urge una sociedad bien informada, de lo contrario, tal y como lo advierte Olabuenaga: “Los linchados podrán ser culpables o inocentes y dará igual. La turba es sorda y enloquece. Y en esa turba estaremos todos”.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y maestra en Diseño Multimedia por la Universidad del Valle de México. Ha ejercido el periodismo desde 2004 en medios de comunicación impresos y digitales. A partir del 2017 se incorporó a la plantilla docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación.

Skip to content