El Catalejo es el resultado de las mentes desorientadas de los reporterillos de Astrolabio Diario Digital
Cuando las condiciones laborales de inseguridad provocan que un trabajador pierda la vida, grave. Cuando la autoridad responsable de aplicar sanciones y ordenar medidas correctivas no hace ni una ni otra, más grave porque abre la puerta a más tragedias potenciales no sólo en la misma obra, sino en todas las que debe supervisar. Cuando la obra es producto de un capricho de la máxima autoridad ejecutiva, el gobernador Ricardo Gallardo Cardona, y hace berrinche porque se informó del caso, todavía más grave porque si no respeta la vida y la dignidad de un trabajador poco se puede esperar que le importe la seguridad y la dignidad de todos. Cuando, para colmo, advierte a quienes informaron que lo divierten porque le gusta la sangre y “arder y ver arder al mundo”, la gravedad de la situación ya no tiene límites. Cuando además presume que “lo hemos hecho toda la vida”, expone una gravedad sin remedio. Cuando todas esas situaciones se presentan juntas, el campo para todo tipo de criminalidad queda plenamente abierto, en tanto que la propagandística expectativa de vivir sin miedo se pone hasta el último… ahí donde toda esperanza muere.
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