Lo superfluo

Carlos Rubio

Mientras uno remodela casas en Carranza, el otro se preocupa por tener la mejor feria del país. Esta es, sin duda, una de las épocas más oscuras en la historia San Luis Potosí.

¿Cuántos ciudadanos con casas a medio caer en el Centro Histórico han recibido a una cuadrilla del Ayuntamiento para que les remodele su hogar? Y ¿dónde está la oficina para solicitar el rescate de un domicilio a razón de que da mala imagen?

Preguntas que de no responderse dan a entender que en el Gobierno Municipal hay un trato diferenciado.

Desde que el alcalde anunció el “rescate” de la casa abandonada en Carranza, mil incógnitas salieron al aire. Principalmente: ¿por qué se van a invertir recursos públicos para arreglar un inmueble de carácter privado?

Aunque no se prevea un “gasto extraordinario”, como aseguró ayer el director de Obras Públicas, es claro que la intervención de limpieza y pintura que anunció el alcalde generará un costo para el Ayuntamiento, que pudiera ser mínimo si se compara con la repavimentación de una calle, pero no por ello deja de ser anormal, cuestionable y hasta ilegal que un gobierno le “remodele” su casa a un particular.

¿O cuál es el hilo negro del que no se ha hablado? ¿Cuál será el futuro de la casa? ¿Será rentada por el Ayuntamiento o el alcalde?

Tampoco es barato para cualquier ciudadano llevar a cabo labores de limpieza y pintura en una casa. El costo del material y sobre todo la mano de obra ya son muy elevados en San Luis Potosí. No cualquiera inicia una intervención de ese tipo como para que se considere un gasto más de la lista del supermercado.

El anuncio de esta acción no solo revela a un gobierno vacío, si no carente de propuestas que de verdad favorezcan a la ciudadanía.

El discurso de que así se rescatará Carranza y, por ende, los negocios que lo rodean, termina por derrumbarse al observar la “caza” por parte de la Dirección de Comercio hacia negocios que no cuentan con permisos y/o licencias que, en lugar de invitarlos y orientarlos hacia la regularización, sufren la clausura y las multas de un afán totalmente recaudatorio.

Muchas son las incógnitas en torno a las verdaderas intenciones del alcalde al rehabilitar la casa, en lugar de, como autoridad, obligar a los dueños a que mínimo cerquen el terreno para evitar el ingreso de personas que presuntamente se alcoholizan y drogan en el interior.

Otra cosa: también valdría la pena que se informara cuál es el valor histórico del lugar por el que es necesario rescatarlo. Qué ocurrió ahí (aparte de las corruptelas de la Segam) o quién vivió ahí.

La contraparte del alcalde tampoco se queda atrás.

Está por comenzar la época de fiesta del Gobierno del Estado. Lamentablemente, la que ante la apreciación del gobernador merece mayor difusión.

Por comentarios de conocidos que radican en otros estados, me queda claro que el gobierno estatal invierte mucho en publicitar la Fenapo en todo el país.

Y aunque ha ganado terreno y se han esforzado, lo cierto es que, tras cuatro años de gobierno, no ha logrado su objetivo más añorado: convertir a la Fenapo en la principal feria del país.

O sea que ni para la fiesta le sale a este gobierno ser el número uno.

Por algo esta no fue una promesa de campaña. Muy en el fondo (o no tanto) se sabe plenamente que es una meta carente de sentido. Ningún candidato en su sano juicio se atrevería a prometer la mejor feria de México para conseguir votos.

Lo malo es que, como ya vimos, un gobernador sí se atrevería.

En San Luis ni se vive sin miedo ni se tiene a la capital más segura de México.

Ambos personajes, ya en su cuarto año, rayan en la locura.

Por algo los Gobierno Municipales duran solo tres años y los gobernadores terminan con un desgaste tremendo.

El ejercicio del poder, si no se consume de forma moderada, se vuelve un vicio, y todo vicio significa un exceso.

El exceso vuelve superfluos a los gastos y a los funcionarios…

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Actualmente director editorial de Astrolabio Diario Digital, con interés y experiencia en Transparencia y el Derecho de Acceso a la Información Pública. Formó parte de la tercera generación del MásterLab en edición de investigaciones organizado por Quinto Elemento Lab.