Los criminales continúan avanzando

Por Antonio González Vázquez

Este es el fatídico relato del último mes del año 2017, el segundo completo del gobierno de Juan Manuel Carreras que, en estricto sentido, al cierre del conteo que inició desde el día de su toma de posesión, cumple 27 meses como mandatario que había prometido tener un San Luis tranquilo, lo cual, a la luz de lo que se escribe enseguida, obviamente no ha cumplido.

En un camino de la comunidad de Valle de la Palma del municipio de Soledad de Graciano Sánchez fue localizado el cuerpo incinerado de una mujer. La Policía Ministerial recibió una llamada en el servicio de emergencia para denunciar que a orillas del camino de tierra, junto a restos de basura y cenizas estaba un cuerpo humano. El Ministerio Público confirmó que el cadáver estaba quemado en un ochenta por ciento y por tanto no pudo ser identificado, pero se determinó que se trataba de una mujer. El hecho ocurrió el 25 de noviembre cuando se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres.

En la madrugada del 26 de noviembre, unos campesinos se encontraron cinco cadáveres en una zanja próxima a un camino rural del municipio de Zaragoza, uno correspondía a una mujer. Todos presentaban disparo de arma de fuego en la cabeza. Las autoridades de policía reportaron que aproximadamente a las once horas se recibió el reporte del suceso. Personal de la Policía Ministerial y el Ministerio Público acudieron a un lugar conocido como Los Matías y entre las piedras y la maleza encontraron los cuerpos. Según los primeros indicios, los cuerpos habrían sido arrojados en ese lugar durante las primeras horas de la mañana. La mujer y los cuatro hombres estaban atados de pies y manos. Ninguno de ellos fue identificado.

Por la madrugada del 26 de noviembre un comando atacó con armas largas las instalaciones de un bar en la colonia Fuentes del Bosque en la capital del estado. Por la madrugada, hombres armados dispararon e hirieron a cuatro hombres que bebían en el interior. Los heridos fueron trasladados al Hospital Central y ahí falleció uno de los lesionados. Los hechos ocurrieron en el bar “Karma”, con domicilio en la avenida Nereo Rodríguez Barragán.

En una cuneta del camino que conduce a la comunidad de Dique Leal, en el municipio de Ébano, fue abandonada una camioneta PickUp en color negra y con placas del estado de Tamaulipas. En su caja trasera que tenía la puerta abierta, yacía el cadáver de un hombre de unos 40 años de edad. Presentaba lesiones en la mayor parte del cuerpo ocasionadas por actos de tortura; fue ultimado con un disparo de arma de fuego en la cabeza. El vehículo fue avistado por unos jornaleros durante el amanecer del 30 de noviembre.

Rozaban ya las nueve de la noche del 30 de noviembre y don Víctor estaba a punto de entrar a su casa en la colonia San Antonio del municipio de Matehuala, pero unos sujetos se lo impidieron a balazos: lo acribillaron y quedo abatido en el umbral de su vivienda.

Una mujer que había sido secuestrada hacía unos días fue asesinada por sus captores en el municipio de Charcas. El cuerpo de la mujer, una señora de 65 años de edad fue localizado en un camino rural de ese municipio que comunica a la localidad de Santo Domingo en la zona del altiplano. La mujer de nombre Eva, tenía domicilio en la cabecera municipal de Charcas y fue secuestrada el pasado lunes 27 de noviembre. La policía estatal localizó el cuerpo la mañana del dos de diciembre, estaba maniatado de pies y manos y presentaba una herida en la cabeza. De acuerdo con datos de la Procuraduría General de Justicia, familiares de la víctima dijeron que les habían solicitado una fuerte cantidad de dinero que no lograron reunir.

En la madrugada del 3 de diciembre, alguien encontró un cuerpo sangrante en un solar en despoblado de la comunidad de La Loma en el municipio de Tanquián de Escobedo. Se llamaba Quirino y tenía 26 años de edad. Murió desangrado. Le asestaron al menos siete cuchilladas en distintas partes del cuerpo. Sus familiares lo lloraron mucho porque lo habían dejado irreconocible.

Hacia el anochecer del 3 de diciembre, en el fraccionamiento Hacienda Los Morales en la capital del estado, acribillaron desde un vehículo en movimiento a otro donde murió un hombre que recibió al menos cinco disparos de armas de alto poder. En la esquina de las avenidas El Sauz y del Sol, una camioneta hizo alto junto a un auto Bora de color azul y al identificar al conductor de inmediato abrieron fuego. La víctima intentó huir pero unos metros más adelante se estrelló contra un poste.

En una parcela abandonada del ejido El Refugio del municipio de Ciudad Fernández, fue localizado el cuerpo decapitado de un hombre de unos 25 años de edad. La Policía Ministerial reportó que se trataba de un desconocido, aunque testigos lo habían reconocido como un empleado del departamento de Aseo Público del ayuntamiento de Ciudad Fernández. La tragedia fue el domingo 3 de diciembre.

Unos lugareños descubrieron en el municipio de Mexquitic de Carmona el cuerpo carbonizado de un hombre. Los campesinos de la comunidad de Río Paisanos reportaron al Servicio de Emergencia el hallazgo en un despoblado de ese lugar donde el suceso causó terror. En el lugar, ese día 3 de diciembre, la policía encontró abandonados casquillos percutidos de arma de fuego; el cuerpo no pudo ser identificado.

El día 3 de diciembre, en la colonia Imperio Azteca en la capital potosina, fue localizado el cuerpo de un hombre de aproximadamente 63 años de edad. Según el reporte de la policía se recibió aviso de que en un lote abandonado en la calle Francisco I. Madero había un cadáver, lo cual se confirmó luego; el cuerpo presentaba golpes contundentes en todo el cuero y heridas múltiples provocadas por arma blanca, también lo laceraron con alambres de púas.

Por la tarde del 4 de diciembre, en la comunidad de San Juan del Barro del municipio de Soledad de Graciano Sánchez, causó extrañeza un olor como a carne quemada. Resulta que en un solar convertido en un basural le prendieron fuego a un hombre, ardió hasta que la mitad del cuerpo se convirtió en cenizas.

Caía la noche del 5 de diciembre cuando una patrulla de la policía municipal de Tamuín ingresó a la colonia Pueblo Nuevo y en una calle solitaria vieron lo que parecía ser el cuerpo de alguien tirado a media calle. Se aproximaron y en efecto, se trataba de un hombre que presentaba disparos de arma de fuego en la cabeza y en un brazo. Fue identificado como Marco Antonio Rivas de 27 años de edad.

Pasaba ya de las once de la noche del 5 de diciembre en la zona centro del municipio de Ciudad Valles, cuando unos sujetos ingresaron a una cenaduría de nombre Carnitas Castillo y dispararon contra dos personas. Según la policía, en la agresión murió Zuriel Castillo que era uno de los propietarios del negocio. Reportó que según testigos, un hombre con el rostro cubierto entró al establecimiento y al reconocer a su víctima, le disparó y luego huyó.

Junto a una parcela de alfalfa y junto al canalón de aguas negras, fue localizado hacia el mediodía del día 6 de diciembre, un auto tipo FIAT modelo 2006, que en su interior guardaba el cuerpo de un hombre. El automóvil compacto fue abandonado en un camino que conduce de la capital potosina al municipio de Cerro de San Pedro. El vehículo fue incendiado con su ocupante que no logró ser identificado, pues quedó calcinado.

En un predio de la colonia Las Américas del municipio de Ciudad Valles, abandonaron los cuerpos de dos hombres y de una mujer que habían sido ejecutados; estaban atados por los brazos a las espaldas y luego, les prendieron fuego. Cuando la policía llegó al lugar a las nueve de la mañana del día 10 de diciembre encontró los cuerpos, separados unos de otros apenas unos centímetros. Ninguno de ellos fue identificado, dijeron las autoridades al iniciar las investigaciones sobre el triple homicidio.

Por la tarde del día 10 de diciembre en la zona conocida como Valle de los Fantasmas asesinaron a una mujer. Su cuerpo fue abandonado a unos metros de la carretera San Luis-Ríoverde. Tenía unos 30 años de edad, se pudo llamar Alejandra porque tenía tatuado el nombre en las pantorrillas.

En la acera de la calle de Veracruz de la colonia Ferrocarrilera ejecutaron a un hombre de unos 30 años de edad. Su cuerpo se derrumbó de cara al suelo y del costado derecho se extendió un hilo de sangre. Tenía otra herida en el vientre de donde también fluía la sangre. Eran las siete de la mañana del 14 de diciembre cuando los vecinos de esa calle llamaron a la policía. El cuerpo no fue identificado.

Hacia la medianoche del 14 de diciembre un hombre fue asesinado con brutalidad: le destrozaron la cabeza con un martillo. Su cuerpo sin identificar fue localizado en la oscuridad de la calle Camino Viejo a Guanajuato, al poniente de la capital potosina. Junto al cuerpo, el asesino abandonó el martillo aún manchado de sangre.

Poco después de las diez de la noche del 16 de diciembre, unos sujetos armados que viajaban a bordo de una motocicleta dispararon sus armas contra un grupo de jóvenes que pasaban la noche junto a una pared con la imagen de la virgen de Guadalupe. Uno murió y cuatro fueron heridos y trasladados al hospital. Los hechos, en la colonia Praderas del Maurel en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez.

Entre el lodo y los charcos de aguas negras que se fugaban de un registro del drenaje abierto en un camino sin pavimentar de la comunidad de Santa Rita, poco después del mediodía del 17 de diciembre, la gente del lugar encontró el cuerpo de un hombre con heridas causadas por proyectil de arma de fuego. La policía levantó del cadáver con ficha de desconocido.

Hacia el mediodía del 17 de diciembre, en un camino de la comunidad de Los Gómez, entre la capital y Soledad de Graciano Sánchez, fue localizado el cuerpo de un hombre que fue ejecutado con sendos disparos de pistola en la cabeza. El cuerpo estaba maniatado, presentaba signos de tortura y no fue identificado por las autoridades, solo se presumió que tendría unos 23 años de edad.

En las ruinas de lo que fue una casa en una comunidad de nombre “Aguaseñora” en el municipio de Mexquitic, al amanecer del día 20 de diciembre, un albañil que por alguna razón pasaba por ese lugar, descubrió entre la maleza y los escombros el cuerpo de un hombre con la cabeza destrozada, así que dio aviso a las autoridades. Se trataba de un desconocido de unos 60 años de edad, lo mataron a golpes de un instrumento contundente, según la policía, con tabiques o rocas.

En una calurosa tarde del 21 de diciembre en el municipio de Tampamolón mataron a Ángel Medina, un criador de gallos de pelea que además, quería ser presidente municipal de esa localidad. El gallero militaba en el PAN y era el único prospecto de ese partido. En un camino que conduce al vecino municipio de Tanquián de Escobedo, Ángel fue acribillado por un par de sujetos armados que al parecer lo estaban “cazando”. Tenía 36 años de edad y quería ser presidente municipal.

Entre las rocas de uno de los escurrimientos de la presa El Peaje fue descubierto el cuerpo de un hombre encobijado. Eran las cinco de la tarde del 23 de diciembre y unos habitantes de la comunidad de Escalerillas alcanzaron a ver que entre las piedras y el agua había un bulto. Bajaron unos 25 metros y lo que vieron fue una cobija atada con mecates y dentro del envoltorio el cuerpo maniatado de un hombre que más tarde, la policía no logró identificar.

Cerca de las once de la noche del 23 de diciembre mataron a Margarito. Le asestaron dos disparos en el pecho, su cuerpo se inclinó hacia delante y su rostro quedó descansando en el volante de su camioneta. Lo mataron en un camino de la comunidad de Tamán, del municipio de Tamazunchale, y era chófer. Nadie se había dado cuenta del crimen sino hasta que a alguien le causó extrañeza ver la camioneta parada y con una puerta abierta; fue a ver y se encontró el cadáver de Margarito.

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