Por Victoriano Martínez
En el reino de la opacidad en que se ha convertido el actual sexenio en San Luis Potosí, la simulación resulta tan burda y transparente que el Congreso del Estado, que emitió la Ley de Transparencia, cae en el ridículo de presumir certificaciones sobre cómo actuó en el pasado como si lo calificaran en tiempo real.
El Congreso del Estado medio se puso al corriente en la publicación de alguna información que debe difundir de oficio (no de toda a la que está obligado) tras meses de atraso y de inmediato sale a presumirlo junto con una presunta certificación por parte de la Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública (CEGAIP) que le da una calificación de 93.7 por ciento.
O los diputados se engañan a sí mismos para pretender engañar a la población, o de plano lo que exhiben es su completa ignorancia en el tema y, lo más grave, que no entienden de lo que hablan cuando de transparencia se trata.
Para empezar, si cumplen o no con las obligaciones de transparencia es algo que siempre está expuesto a la vista de cualquier persona que se asome a la Plataforma Estatal de Transparencia (PET) en la que, con una cadena un poco intrincada de clics, es fácil verificar sus incumplimientos e, incluso, lo burdos que son para simular. Es decir, declararse transparentes sin serlo sólo los hace ver ridículos.
Presumir una calificación de 93.7 en transparencia, además de ser algo que un repaso a la PET los desmiente, exhibe la poca capacidad de lectura que tienen en el Congreso del Estado.
El pasado 18 de agosto, la CEGAIP notificó al Congreso del Estado que el pleno de ese organismo “emitió un acuerdo dentro de los autos que integran el expediente de la segunda verificación vinculante 2024”.
En el apartado de Antecedentes, en el 1.1 aparentemente se incurre en un error de dedo al señalar que “el 03 tres de marzo del dos mil veinticinco, esta CEGAIP dio inicio al procedimiento de evaluación vinculante”, para más adelante señalar que se hizo del conocimiento del Congreso del Estado “el resultado de la primera evaluación vinculante dos mil veinticuatro”.
En aquel momento, la verificación arrojó un cumplimiento del 70.22 por ciento y se emplazó al Congreso del Estado para subsanar las inconsistencias.
“Una vez concluido el término de veinte días hábiles que le fue concedido al sujeto obligado, esta CEGAIP por conducto de la Unidad de Verificaciones realizó la segunda verificación virtual del mes de septiembre de 2024”, se señala en la notificación.
Enseguida le informa el resultado de esa segunda verificación que fue “de 93,63% (noventa y tres punto sesenta y tres por ciento) de la información que debe publicarse en los formatos que se cargan mensualmente en la Plataforma Estatal de Transparencia”.
No sólo se señala explícitamente que la verificación corresponde a lo publicado en septiembre del año pasado, sino que resulta imposible que se haya verificado lo publicado en septiembre de este año porque en la PET ni siquiera ha aparecido el apartado correspondiente a este mes, cuya información se debe cargar dentro de los primeros diez días de octubre.
“Tenemos el 93 por ciento, que no hay forma de que lo puedan calificar de omiso. Tiene el 93 por ciento de calificación, más del 93 por ciento, ya me lo aclaró”, dijo Héctor Serrano Cortés, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), tras informar que revisó el caso con Marco Antonio Zavala Galeana, titular de la Unidad de Transparencia.
¿Serrano Cortés fue tan descuidado que no leyó la notificación de la CEGAIP o la leyó mal? ¿Acaso Zavala Galeana lo chamaqueó? ¿O más bien encontraron juntos un relato para pretender reforzar su autoengaño de proclamarse transparentes sin serlo?
El caso es que las evaluaciones que hace la CEGAIP nunca han sido confiables porque se realizan con muchos meses de atraso, además de dar por cumplidas las obligaciones de transparencia con la sola existencia de un formato en los apartados correspondientes sin importar que contengan o no la información a la que están obligados.
Un ejemplo vigente en la PET: de acuerdo con la CEGAIP, el Congreso del Estado cumple al mes de agosto con la fracción VII del artículo 86 de la Ley de Transparencia, relativo a la agenda de reuniones cuando remite a páginas del Legislativo en las que aparece la programación de reuniones ¡de 2022!
La última sesión de la diputación permanente anunciada ahí es del 4 de agosto de 2022, de comités del 7 de julio de ese mismo año y de comisiones del 11 de agosto de 2022. También ofrece un vínculo a un PDF en el que se puede consultar toda la programación de reuniones… de la LXI Legislatura.
Que los diputados crean tener un 93.63 por ciento de cumplimiento en las obligaciones de transparencia, o que así se los puedan hacer creer, sólo muestra que no entienden el tema porque tanto en la PET como en el propio sitio Web oficial del Congreso del Estado sus violaciones a la Ley de Transparencia están expuestas permanentemente y para consulta por cualquier persona.