Desiree Madrid
La maestra de educación primaria María del Carmen Hernández Ortiz, acompañada por su abogada Xóchilt Tolentino y miembros de la comunidad LGBTIQ+, denunció públicamente actos de discriminación y acoso laboral por parte del supervisor José Luis Castillo Barrientos de la zona 127 de educación primaria.
La situación, que ha persistido desde octubre de 2023, ha llevado a la maestra a ser relegada de su puesto y sufrir constantes hostilidades.
Según el testimonio que dio la maestra en una rueda de prensa realizada este jueves, el hostigamiento comenzó cuando asumió una promoción temporal como Asesora Técnico Pedagógica (ATP) en coordinación con el supervisor Castillo Barrientos.
Durante eventos sociales y reuniones, el supervisor mostró su molestia por sus preferencias sexuales, y llegó incluso a pedirle explícitamente que no se sentara con él en la mesa de supervisión y a hacer comentarios despectivos sobre la comunidad LGBTIQ+ en presencia de directivos.
La situación escaló cuando, al finalizar su comisión temporal en julio de 2024, el supervisor supuestamente mintió a las autoridades de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (SEGE) para impedir su regreso a su puesto de maestra frente a grupo, alegando falta de cobertura.
A pesar de que la maestra comprobó la falsedad de estas afirmaciones ante las instancias de transparencia de la SEGE, no obtuvo respuesta. Funcionarios de la Secretaría y del sindicato le indicaron que el supervisor “no la quería” y que “algo le había hecho”, con lo que se minimizó la gravedad de la situación.
La abogada Xóchilt Tolentino informó que se ha presentado una denuncia por discriminación, la cual es un delito sancionado, ante la Fiscalía de Derechos Humanos, y existen medidas de protección.
Sin embargo, hasta la fecha no han recibido una resolución y la docente sigue en la misma situación, sin avances en su caso. Tolentino señaló que, a diferencia de otros casos que ha llevado, en este hay una aparente protección hacia la persona agresora.
La maestra Hernández Ortiz denunció que el acoso laboral ha continuado con el supervisor, quien envió oficios para expresar su molestia por las acciones de la maestra al buscar apoyo en instancias como la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) y el sindicato.
Como consecuencia, la SEGE le ha otorgado un cambio temporal de zona y ahora se le informa que no podrá regresar a su escuela de origen, siendo asignada a un lugar “que sobra”, alejado de la capital y de difícil acceso.
Hernández Ortiz enfatizó que la discriminación no se basa en su desempeño profesional, sino en su persona, sus preferencias sexuales y hasta su forma de vestir, con comentarios del supervisor sobre su falta de “feminidad”.
“Creo en la justicia y sigo en espera de que la SEGE verdaderamente tome cartas en este asunto, porque durante todos estos meses lo han minimizado”, afirmó la maestra, además de señalar la falta de seriedad y el incumplimiento de acuerdos por parte de las autoridades educativas.
Los acompañantes de la maestra, incluyendo a su pareja Dulce Flores, y otros activistas, manifestaron su apoyo y preocupación.
Destacaron que el caso de la maestra Hernández Ortiz es un ejemplo de las violencias institucional y laboral que enfrentan muchas mujeres y personas de la comunidad LGBTIQ+ en los espacios institucionales, donde la discriminación es un delito que a menudo no se visibiliza ni se le da seguimiento adecuado.
Se hizo un llamado a la SEGE, a la Fiscalía General del Estado y a la Comisión Estatal de Derechos Humanos para que atiendan estas problemáticas y se garantice una reparación del daño.
También se recalcó que la instrumentalización de la orientación sexual para desacreditar a las personas es inaceptable y que las microviolencias pueden escalar hasta terminar en tragedias.
La pareja de la maestra, Dulce Flores, compartió el doloroso proceso de recorrer oficinas y presentar oficios sin obtener respuesta, y lamentó el abuso de poder del supervisor, quien, al ser conocido en la SEGE, ha logrado impedir el desarrollo profesional de Carmen.
Señalaron que dentro de la Secretaría de Educación este tipo de violencia está “totalmente normalizada” y es “estructural” dentro de la institución ante la ineficacia de la comisión de género existente.
La abogada Xóchilt Tolentino, quien también se identificó como víctima de acoso por parte del Gobierno del Estado, enfatizó que esta situación es un reflejo de un “mundo de hombres” violento donde los sindicatos son obsoletos y no luchan por los trabajadores.
La comunidad presente se comprometió a seguir alzando la voz “hasta que se haga justicia por el respeto, por la dignidad y porque los derechos humanos no se negocian”.