Marine Mexicana, regresa de Nepal por siempre a su casa

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Durango, México (13 de junio de 2015).- De regreso a la tierra que la vio nacer, Sara Medina ya descansa en Durango capital, como lo deseaban sus familiares.

La joven de 23 años no la tuvo fácil. Desde los 12 tuvo que emigrar a los Estados Unidos en busca de un futuro mejor. A los 16 ingresó en un curso de la Marina estadounidense y desde entonces fue parte de sus filas.

Así, desde el pasado mes de abril, la joven formaba parte del grupo de Marines que se encontraban ayudando en Nepal, tras el terremoto del día 25. Ella y su grupo fueron trasladados a la zona más afectada, Charikot, para repartir arroz y lonas; sin embargo, el helicóptero en el que viajaba, se desplomó, dejando como saldo 6 marines y dos soldados de Nepal muertos.

Desde entonces, la familia de Sara esperó a concluir los homenajes y las ceremonias protocolarias en Estados Unidos para trasladarla de vuelta a casa. Fue en el Museo de la Ciudad, en la capital del estado, donde se rindió homenaje a la marine mexicana. Instalaron un templete, donde destacaban fotografías de la mexicana, y justo arriba de su féretro, la frase célebre de un rey espartano:

“Es bueno morir antes de haber hecho algo que merezca la muerte”.

Jorge Herrera, gobernador del estado encabezó la primera guardia de honor. Afirmó que Sara mostró la bondad de los habitantes de estas tierras en sitios muy lejanos.

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“No puede haber un orgullo más grande para un padre que los actos honrosos de sus hijos. Por eso homenajeamos a Sara Medina, como hija de esta tierra y como mujer valiosa, que llevó al país vecino y al mundo, la mano franca y el valor de la gente nacida en Durango”.

Por su parte, el alcalde de la capital, Esteban Villegas señaló: “Rendimos homenaje a una mujer duranguense que sirvió a las fuerzas armadas estadounidesenses con lealtad y compromiso, que a base de esfuerzo llegó a ser fotógrafa de combate de la Marina. Mujer comprometida con lo que hacía y con su familia”.

El cuerpo de Sara fue llevado a la iglesia del Panteón Jardín, donde finalmente fue sepultada con todos los honores. Cecilia López, madre de Sara, afirmó que su hija “puede ser tomada como ejemplo de lucha y trabajo. Como padres nos sentimos orgullosos, pero no hay palabras ni actos que alivien este dolor. Es una gran pérdida”.

Devon Henderson, marine y pareja de Sara, indicó que ella fue una mujer dedicada a la ayuda de los demás. Agradeció las muestras de cariño de los familiares y el homenaje realizado por el gobierno estatal.

Mencionó que tenían planeado casarse en Durango para luego regresar a California.

Poco antes de la misa, Henderson dijo que el recuerdo más bello que tenía de Sara era su sonrisa.

Fuente: Milenio.

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