Martin Heidegger

Lo posible ocupa un lugar más alto que lo real. 1889-1976

Frater Ignatius

Heidegger es un filósofo que genera mucha polémica. Observemos la frase más arriba. Nos podemos percatar que su tendencia es a teorizar sobre algo que no está demostrado. El Ser de Heidegger es un concepto elusivo que escapa a toda representación real. Lo posible jamás es real.

Criticado por muchos filósofos a causa de su adhesión al nazismo, su persona deja mucho que desear. Su comportamiento en este sentido es errático y siempre tiende a crear todo un galimatías de conceptos con el fin de hacer aparecer una filosofía robusta pero que en realidad se mueve en los terrenos de la especulación y el exceso en abstracciones filosóficas. Según él, el supuesto Ser ha sido olvidado por los grandes filósofos y el quiere rescatarlo del olvido. Si es tan importante y tan esencial para el ser humano, ¿por qué lo olvidamos durante tanto tiempo?

El filósofo nos entrega un lenguaje críptico, lleno de vocabularios nuevos inventados por él mismo, argumentando que no existen las palabras adecuadas para poder hacer una análisis preciso y correcto sobre El Ser. Al humano lo etiqueta como Dasein, el ser ahí. Y comienza a desarrollar todo un tratado del Ser de forma estructurada y bastante creativa y sugestiva pero que nada demuestra en el fondo, nada prueba. No obstante, uno debe admitir que es original en su propuesta y que ha dado qué pensar a todo tipo de intelectuales orientaciones diversas,

Kierkegaard y Nietzsche son padres del existencialismo. Heidegger podría estar catalogado como un existencialista, creando conceptos interesantes dentro de esta corriente del pensar.

Aunque su prosa es original, no deja de ser densa, deliberadamente obscura e innecesariamente hermética. Dos grandes pensadores -Karl Popper y Bertrand Russell- consideraban que Heidegger usaba un lenguaje confuso para dar apariencia de profundidad. En este sentido, su filosofía es difícil de verificar o contrastar empíricamente, lo que puede colindar con el misticismo académico.

Nunca terminó su obra cumbre Ser y Tiempo. Su filosofía es egoísta en términos generales y siempre deja un vacío paradójicamente, en medio de tanto Ser. Por otro lado, Emmanuel Levinas lo criticó por centrarse en el Ser y descuidar la responsabilidad hacia el Otro, lo que favorece una indiferencia ética.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Administración y Maestro con especialidad en Educación por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey. Amante de la cultura, la filosofía, la literatura, el cine y las matemáticas. Gusta de leer y escribir sobre historia, psicología y filosofía.