Leticia Vaca
“Xavier Nava va a tener que administrar el infierno, por los problemas que tiene el municipio en cuestión de inseguridad, deuda y servicios municipales”, expresó el ex diputado y notario público Eduardo Martínez Benavente ante la tendencia electoral que muestra el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP).
Martínez Benavente reconoció que una derrota de dos a uno en contra de Gallardo, hace 24 horas era inconcebible, porque “más que administrar obra pública, se dedicó a prepararse para esta elección, a crear ese contingente electoral que finalmente creo que muchos votaron en contra”.
Destacó que finalmente la serie de denuncias y críticas hacia Gallardo Juárez rindieron fruto, “la mayor parte de los electores concluyeron que esta persona no era la adecuada para seguir gobernando este municipio, salieron y votaron en contra de él”.
“Más que ganar Xavier Nava o el PAN, ganó la antigallardía”, dijo el notario; por los aspectos negativos en los que se vio envuelto Gallardo Juárez, “aún en los que estaban recibiendo un beneficio, pudo más la dignidad y el coraje de los potosinos”.
Martínez Benavente, advirtió además que esto es el inicio del fin de la “gallardía”, “si no se extinguió, sí se redujo a su mínima expresión; el hijo seguramente va a ser diputado federal, pero no tiene la capacidad para ser un diputado de real oposición, no tiene los conocimientos, ni la oratoria y tiene la carga muy pesada de su papá en San Luis Potosí”.
Sobre todo, refirió que Gallardo entendió que San Luis no es lo mismo que Soledad ni sus ranchos, “aquí hay personas que no le temieron y que tienen dignidad; muchas personas que no les interesaba la política, entendieron el peligro que acechaba a la ciudad y al Estado si estos señores permanecían en su cargo”.
Expresó que Xavier Nava llega con enormes pasivos en la alcaldía: una deuda pública, laudos laborales, lo que se le debe a Vigue, proveedores de las anteriores administraciones, además prevé que éste llega a una administración en la que hay cientos de trabajadores a los que no se les puede tener confianza por su identificación con el gallardismo.
“Le toca a él administrar un infierno y ojalá que se haga un buen equipo”, reiteró Martínez Benavente.
