Por: Jorge Luis Rodríguez.
Para la Arquidiócesis católica potosina existe una incongruencia entre los datos oficiales de inseguridad y la realidad que vivimos día con día.
A través de su órgano de divulgación “La red”, la Arquidiócesis de San Luis Potosí exhibe a las autoridades de seguridad del país, quienes dan a conocer cifras alentadoras sobre la política de seguridad, ya que afirman que hay reducciones importantes en delitos lacerantes del bienestar social y que en el periodo 2012 a 2014 la incidencia delictiva bajó un 7 por ciento.
No obstante, en el análisis hecho, afirman que contrastan las cifras dadas por las Autoridades responsables de la Seguridad Publica en México, con los datos arrojados por la ENVIPE (Encuesta de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública).
Afirma la Arquidiócesis que la ENVIPE revela una situación distinta sobre la realidad del delito y cómo los ciudadanos perciben un México inseguro sometido por el crimen, el desempleo y el aumento de los precios en los bienes necesarios para la vida y el desarrollo.
Basados en la encuesta del INEGI, indica el prelado potosino, que las incidencias delictivas no han variado desde 2013 y más de 20 millones de mexicanos fueron víctimas de delitos que se suponían a la baja.
Asimismo informan que según las cifras de 2014 del reporte, más de 90 millones de personas pudieron haber sufrido la comisión de delitos, pero no se inició averiguación previa alguna que pudiera contabilizar el número de incidencias. Y los costos del crimen a nivel nacional ya representan poco mas del 1 por ciento del Producto Interno Bruto.
En consecuencia, la Arquidiócesis de San Luis afirma que existe una preocupación especial entre los potosinos, pues advierten que no están exentos de los delitos registrados a nivel nacionaly que también aquí han ido a la alza delitos como robos a casa, asesinatos, inseguridad en las carreteras, robos o asaltos en vía pública, extorsión y fraudes. “No podemos decir que nuestra entidad sea segura o que en ella, la incidencia delictiva haya bajado”.
Por último se señala que ya no es posible ignorar la tremenda realidad que el ciudadano de a pie vive ordinariamente cuando la violencia y el delito impiden mejores condiciones de vida, y se lamentan de la incongruencia existente entre las cifras que manejan las autoridades institucionales, las encuestas ciudadanas y la realidad que vivimos cotidianamente.
Se cuestionan: “alguien no tiene la información correcta o se falsean datos para tapar la realidad que no se reconoce: México está sometido por el crimen”.
