¿Miedo? ¿Respeto? Explorando el misterioso terreno del “rey del candomblé”

Algunos dicen que el terreno donde vivió Joãozinho da Goméia está baldío por respeto a su memoria. Pero otros aseguran que es por puro miedo.

Lo cierto es que, 44 años después de la muerte de ese pai de santo homosexual y polémico que cambió la forma de ver el candomblé en Brasil, nadie ha osado vivir allí.

El terreno está en Duque de Caxias, un barrio popular al norte de Río de Janeiro donde las casas se apilan una tras otra y es raro encontrar un espacio vacío y abandonado como ese.

Se trata de un gran predio, con una casa en ruinas a un lado y un campo de fútbol de tierra seca, que fue volcada encima del sitio donde Goméia atendía a miles de fieles, y donde hasta gobernantes y artistas iban a pedirle ayuda.

“Nadie invade ahí, eso es un terreiro de santo, tiene mucha cosa enterrada. ¿Quién quiere vivir ahí? ¡Yo no quiero ese terreiro ni que me lo regalen!”, exclama Sonia María de Souza, una vecina de 67 años.

“Es por respeto y por miedo, las dos cosas. ¿Yo meterme con el candomblé? Yo quiero tener distancia, mi hijo”, explica desde el umbral de su casa, con el ceño fruncido, a BBC Mundo.

Ceremonia candomblé en Río de Janeiro, Brasil.Image copyrightBBC World Service
Image captionUna reciente ceremonia candomblé en el sitio del antiguo templo de Goméia en Duque de Caxias, en honor a él.

Sin embargo, un grupo de arqueólogos e investigadores acaba de llegar al sitio para hacer eso que nadie había hecho: excavar en busca de un pasado que fue literalmente enterrado.

Quizá con algo de suerte encuentren el axé de Goméia, que según su religión afrobrasileña representa la fuerza mágica del templo.

De hecho, creen que pueden estar a punto de dar con él.

* * *

Goméia nació con el nombre de João Alves Torres Filho en 1914 en una familia católica de Inhambupe, un municipio del estado de Bahía, el estado donde el candomblé cobró forma en el noreste brasileño.

Ingresó a la religión que cambió su vida para tratar unos dolores de cabeza que le aquejaban a los 16 años.

El nombre con que todos lo conocieron proviene de la localidad bahiana de Goméia, donde tuvo un “terreiro” en el que hacía desde adivinación con buzios (un tipo de conchas) hasta ritos de iniciación.

El escritor Jorge Amado lo describió en su libro “Bahía de todos los santos”: “Joãozinho da Goméia es un mulato joven, ojos lánguidos, cuerpo flexible de bailarín, agilísimo. Su voz es suave”.

Casa en ruinas a la entrada del viejo terreno del pai de santo Joãozinho da Goméia en Río de Janeiro, Brasil.Image copyrightBBC World Service
Image captionLa casa en ruinas, a la entrada del lugar donde vivía el “rey del candomblé”.

También fue retratado por el gran fotógrafo francés Pierre Verger, que enfocó su lente sobre el candomblé de Salvador de Bahía y alrededores.

Pero fue después de mudarse definitivamente a Río, a los 34 años, cuando Goméia se instaló en Duque de Caxias y alcanzó su fama de “rey” o “mayorbabalorixá (sacerdote de Orixás) de Brasil”, según lo definían medios de la época.

En Río también desató sus polémicas más grandes. Por desfilar en un baile de carnaval de 1956 travestido de mujer. Por alisarse el cabello con una plancha. Por entrar en trance públicamente.

Ningún pai de santo hacía esas cosas en aquellos tiempos. Ninguno, excepto Goméia.

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Candomblé significa danza en honor de los dioses y es una religión que incorpora distintas tradiciones de Africa, que los esclavos trajeron a Brasil adaptándolas en un sincretismo singular.

Logró sobrevivir a la prohibición de la iglesia Católica y la persecución gubernamental, porque la asociaban con actos de hechicería o brujería, y ganó fuerza tras la abolición de la esclavitud en Brasil en 1888.

Pero los expertos advierten que hasta hoy continúa la hostilidad contra el candomblé y el umbanda, que en el censo de 2010 sumaban casi 690 mil fieles en Brasil (0,31% de la población) aunque sus líderes dicen que son millones los que acuden a sus servicios.

Iglesia de Image copyrightBBC World Service
Image captionA pocos metros del antiguo terreno de Goméia, una de las tantas iglesias evangélicas que han surgido en los suburbios de Río.

Estudios recientes muestran que esos creyentes de candomblé y umbanda son los que más denuncian actos de intolerancia religiosa aquí, en el país con mayor cantidad de católicos del mundo pero donde los evangélicos ganan adeptos y poder.

Un local de candomblé en Duque de Caxias cercano al de Goméia reportó varios ataques anónimos en los últimos años, incluyendo intentos de prender fuego el lugar.

En junio causó indignación el caso de una niña de 11 años que fue apedreada en la cabeza por presuntos evangélicos cuando salía vestida de blanco de una fiesta candomblé junto a su abuela, en otro suburbio de Río.

André Chevitarese, un historiador de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) experto en religión, cree que “toda la historia detrás del terreno (de Goméia) fue simplemente soterrada” tras su muerte.

Y agrega que “en el contexto actual en que la intolerancia religiosa ha aflorado, traer a luz este espacio religioso es recontar esa historia de Brasil, y de Río en particular, en niveles más plurales, más allá de las experiencias cristianas”.

Pipa encontrada en las excavaciones del antiguo terreno de un pai de santo en Brasil.Image copyrightBBC World Service
Image captionUna de las pipas encontradas en las excavaciones.

“Principalmente aquí, en la Baixada Fluminense, que concentra la mayor población evangélica y pentecostal de Brasil por metro cuadrado”, sostiene sobre la región de Río donde está Duque de Caxias.

Las iglesias evangélicas se han multiplicado en la zona.

A pocos metros del terreno de Goméia hay una. Su pastor, Washington Santos Menezes, dice saludar el rescate de la memoria del candomblé como parte de una “cultura” brasileña.

Pero niega que el famoso pai de santo haya traído mejoras al vecindario, como otros sostienen. “Aquí literalmente hablando es cosa del pasado, porque para el barrio no tuvo influencia en la cuestión económica ni para los propios habitantes”, dice a BBC Mundo.

* * *

Goméia no sólo se destacó por sus controversias: también lo hizo como bailarín de danzas afrobrasileñas en casinos y teatros de Río, o como autor de columnas de prensa explicando el candomblé.

Los medios brasileños aseguran que a su terreiro llegaron personajes como los expresidentes brasileños Getulio Vargas y Juscelino Kubitschek, así como el cantautor bahiano Dorival Caymmi.

“Cambió muchos prejuicios, no sólo desde el punto de vista religioso”, señala Rodrigo Pereira, un arqueólogo y antropólogo de la UFRJ que dirige las investigaciones en el terreno.

“Las personas comenzaron a buscarlo para resolver problemas personales”, agrega. “Todos morían de curiosidad por saber quién era aquel pai de santo que atraía tanta gente”.

Un pai de santo encabeza una ceremonia en el terreno que perteneció al Image copyrightBBC World Service
Image captionLa estrella con la bóveda descubierta: el “asentamiento de fundación” del viejo templo de Goméia.

Las excavaciones han descubierto restos de collares, botellas y pipas que eran parte de su universo. También los cimientos del viejo templo, que tenía tribunas y una estrella pintada en el piso de concreto, en el centro del lugar.

Los investigadores sospechan que debajo de esa estrella está el “asentamiento de fundación” del terreiro, un conjunto de objetos que según el candomblé le permitían cambiar energía entre la Tierra y el cielo.

Pueden ser cerámicas, restos de sacrificios de animales…

Al cavar la estrella descubren una pequeña bóveda rectangular. Pero cuando desmenuzan el relleno de tierra y tejas hasta el fondo de 35 centímetros de profundidad sólo encuentran una vieja moneda de 1977 y una vela.

“El oráculo dice que fue violado”, comenta Ivanir dos Santos, un babalaô del candomblé y miembro de una comisión contra la intolerancia religiosa, que acompaña el trabajo. “Alguien por alguna razón quería sacar el poder de este lugar a la fuerza”.

Tal vez eso ocurrió durante las disputas por la sucesión espiritual y material de Goméia, que murió por un tumor cerebral. Parte de sus asentamientos fueron llevados a São Paulo, para instalar otro templo contra la voluntad de otros seguidores cercanos.

Sonia Maria dos Santos, una fiel del candomblé en Río de Janeiro, Brasil.Image copyrightBBC World Service
Image captionSonia Maria dos Santos asegura que algo especial ocurrió el día del entierro de Goméia.

El viejo predio donde hoy descansan unos caballos flacos pertenece a la Alcaldía. Hay planes de instalar allí un museo o un centro cultural del candomblé, cuando las excavaciones concluyan en un año.

“Tendría que ser un museo”, opina Sonia Maria dos Santos, una fiel del candomblé de 61 años que, a diferencia de otros vecinos, habla sin tapujos de Goméia.

Cuenta que fue una de las 3.000 personas que despidieron sus restos en el cementerio de Caxias, un día de abril de 1971 en que una tormenta cubrió repentinamente el sol en el cielo.

“Cuando salió el cajón, mi hijo, llovió con aquel viento… Fue la cosa más linda para él”, relata. “Fue una despedida de su santo”.

BBC

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