Mismidad: Trata de personas

Gloria Serrato

En 2018 atendí a un grupo de personas migrantes de nacionalidad hondureña, habían estado en cautiverio varias semanas, mientras extorsionaban a sus familias que vivían en Estados Unidos y otras que se habían quedado en Honduras. Se buscó el apoyo necesario para que tuvieran la atención psicológica, jurídica y de apoyo. Fue un caso para la recién integrada Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas que arrancaba con un hecho que resultaba complejo de atender jurídicamente.

Con el relato de las personas víctimas supimos que no solamente se trataba de un secuestro, sino que había elementos para clasificarlo como trata de personas con fines de explotación sexual, por lo menos en el caso de una de las víctimas.

La Ley para Prevenir, Sancionar Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas; y para la Protección y Asistencia de las Victimas de estos Delitos se publicó un par de meses posterior al hecho, es decir relativamente reciente, es producto de la presión que ejercieron colectivos, organizaciones internacionales de derechos humanos, para que los acuerdos que México firmó se concretaron en una ley que diera la protección necesaria a las personas que son víctimas de ese delito.

Las víctimas de trata tienen secuelas emocionales, físicas, y psicosociales. Es complejo que su mente deje todo en un lado para que pueda volver a hacer su proyecto de vida, o a tener un proyecto de futuro; las víctimas detienen procesos diferentes de vivir el presente después de lo que han vivido, a algunas les es de utilidad contar su historia como una forma de prevenir y ayudar a que otras personas no caigan en engaños de personas enganchadoras; pero hay otras víctimas que no quieren exponer su situación porque es regresar su mente a aquello que les causó mucho dolor.

Este día 30 de julio que se conmemoró el Día Internacional Contra la Trata de Personas, es una fecha en la que los organismos de defensa de derechos humanos buscan sensibilizar a la población en general, pero particularmente a las poblaciones vulnerables como las que están en condición de migración, por ser las más susceptibles de ser enganchadas por tratantes. También son personas vulnerables las jóvenes, las niñas y niños. Sobre todo aquellas que tienen un entorno familiar complejo, en donde sus familias están desintegradas por diversas razones, y hay dificultades para que tengan las condiciones necesarias para estudiar, tener una alimentación adecuada, para no vivir violencia, para ser felices.

Estos grupos de población se convierten en el blanco para aquellos que quieren obtener beneficio de tenerlos bajo cautiverio, ya sea a través de la explotación sexual, explotación de servidumbre, explotación laboral, entre otros.

Hace un par de meses nos estremecimos con noticias que fueron publicadas en medios nacionales con respecto de un niño que fue enganchado a través del chat de un videojuego, le ofrecieron a través del chat, una persona que se hizo pasar por responsable de las contrataciones para un grupo delictivo, 5 mil pesos mensuales para que realizara labores dentro de una organización criminal, el niño aceptó y decidió fugarse de su casa para encontrarse con las personas que lo habían contratado. Afortunadamente el niño fue rescatado durante el traslado.

Éste tipo de hechos se generan en entornos familiares no solamente adversos, sino en donde hay una ausencia de comunicación de padres o personas cuidadoras hacia niñas, niños y adolescentes, que no vislumbren las dificultades o las situaciones de riesgo que pueden atravesar accediendo a peticiones de extraños o extrañas, les ofrecen cosas que parecen muy atractivas y accesibles para ser reales.

El mundo de los videojuegos, de la redes sociales, y de las diversas aplicaciones de Internet, en las que pueden convivir con otras personas a través de las salas de chat, está reproduciendo una nueva forma de enganchamiento, ya previsto desde hace varios años por organismos de derechos humanos que trabajan con migraciones, pero ahora el espacio es más amplio porque predominan situaciones de pobreza, de violencia generalizada en muchas poblaciones, abandono de hijos e hijas, y eso provoca que tengan un camino accesible para enganchar a las poblaciones vulnerables.

La comunicación entre las familias, siempre se maneja como el antídoto de prevención, pero en condiciones tan adversas de vida no es una solución inmediata.

Para frenar la trata de personas, la tarea es de todas las personas, de organizaciones sociales, de la población en general, de las familias, del Estado.

A los gobiernos les corresponde no solamente sensibilizar como una estrategia continua, sino implementar acciones con los grupos vulnerables, mujeres niñas y adolescentes que corren el riesgo de ser enganchadas, también actividades de orientación a las poblaciones migrantes, porque San Luis Potosí es una zona de paso para llegar al norte del país.

Es periodista y abogada, doctora y maestra especialista en atención a víctimas, derechos humanos, transparencia y salud. Actualmente es directora de Derechos Humanos en la Fiscalía General del Estado. Anteriormente se desempeñó como comisionada de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas y como presidenta de la Mesa Interinstitucional de Feminicidios. Cuenta con diversas publicaciones entre las que destaca su tesis doctoral Construcción de Personajes: El Subcomandante Marcos y la prensa en México 1994 a 1995.

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