Ciudad de México (05 de febrero de 2016).- Ningún productor de cine puede conseguir seis kilos de cocaína para que se filmen las escenas que su director le pide –¿o sí?–, por eso la sustituyen con sustancias de apariencia similar pero inofensivas, legales y sobre todo más baratas.
Tabaco.
Antes de los 90 se solía fumar cigarros de verdad, ahora se utilizan cigarros hechos de hierbas no adictivas que pueden ser hierbabuena o menta.
Marihuana.
Hay compañías que hacen porros “falsos” de mariguana con lemas como “alto efecto, legal y de precio bajo” para que los actores lo pueden usar sin tener consecuencias en su trabajo rodando.
Cocaína.
No es nada más que leche en polvo y bicarbonato de sodio. Algunos directores y actores usan vitamina B en polvo que provoca una ligera elevación de energía que causa un poco de ansiedad, para dar un efecto más realista.
Heroína.
Aunque muchos cortan la escena en el momento antes de la inyección o es añadido en la posproducción con efectos especiales, cuando se usa una jeringa es una con aguja retráctil.
Fuente: Click Necesario.
