Por Victoriano Martínez
“Yo no me la voy a jugar en ese tipo de cosas”, expresó el alcalde Enrique Galindo Ceballos tras señalar que fue la clausura de una gasera que estaba por ser autorizada sin tener ningún documento y que detonó la destitución de Adrián Cortázar Ruíz como director de Protección Civil Municipal y la suspensión de siete servidores públicos más.
Una expresión del alcalde que podría ser políticamente muy correcta y hasta propagandísticamente muy explotable: “vean, nuestro presidente municipal sería incapaz de tolerar irregularidades que faciliten la operación ilegal de negocios que podrían poner en riesgo a la población”.
No obstante, el contexto en el que se da la expresión la envuelve en una ambigüedad que la vuelven una postura hasta peligrosa.
“Antes de que eso sucediera (la destitución de los funcionarios), procedió tanto Protección Civil —todavía en esa administración, con ese director— y Comercio a clausurar la gasera, porque ahí hay un riesgo mayor. Yo no me la voy a jugar en ese tipo de cosas”, fue la expresión completa que el alcalde concluyó con el “no me la voy a jugar”.
Si no hay una aclaración más amplia, se podría pensar que Galindo Ceballos utilizó la expresión para referirse a los casos de gaseras por representar un riesgo mayor. En sentido opuesto, ¿Galindo Ceballos sí se la juega con otro tipo de cosas en las que los riesgos sean menores?
Y no sólo se trata de una interpretación contextualizada de su expresión, sino que, como en la misma declaración advierte que se detectaron irregularidades graves en la liberación de autorizaciones y trámites sin cumplir con los requisitos legales, era de esperarse que informara sobre la clausura de esos establecimientos que operan sin ajustarse a los requerimientos.
“Sí detectamos expedientes incompletos, insuficientes como para dar autorizaciones, incluso unas muy delicadas”, dijo el alcalde más adelante.
Si esos expedientes incompletos eran insuficientes “como para dar autorizaciones”, ¿en cuántos casos se dieron efectivamente esas autorizaciones y en cuántos no? Si habla de que incluso algunas eran muy delicadas, ¿ante qué otro tipo de riesgos podría estar expuesta la ciudadanía, además de la gasera clausurada? ¿Cuántos negocios de “mayor riesgo” operan con expedientes incompletos?
Galindo Ceballos mencionó que mantienen más de 20 casos en observación que tienen que ver con licencias de funcionamiento, sobre todo en gaseras, empresas que almacenan productos químicos y negocios de la Zona Industrial.
¿Hasta dónde el alcalde resulta omiso en su obligación de transparencia para con la población al no informar sobre los detalles de los resultados que tienen que ver con precauciones que debe tomar la ciudadanía ante la operación de gaseras, empresas que almacenan productos químicos y negocios de la Zona Industrial?
¿Por qué sólo se informa de una gasera clausurada se las irregularidades graves detectadas tienen que ver con la liberación de autorizaciones y trámites sin cumplir con los requisitos legales? ¿Cuántos negocios funcionan de manera irregular, por qué no fueron clausurados y qué riesgos representan para la población? ¿Acaso son riesgos con los que el alcalde sí se la puede jugar?
No se puede argüir que se trata de información reservada porque difícilmente pasaría la prueba de daño (dar a conocer la información le hace más daño a la sociedad que reservarla) que exige la Ley de Transparencia para una clasificación de ese tipo porque el resultado es justo el inverso: ocultar la información es lo que daña a la sociedad al exponerla a riesgos desconocidos.
Presentar la destitución de funcionarios de la Dirección de Protección Civil como el desmantelamiento de una red de corrupción al interior de esa área tiene su espectacularidad propagandística, pero su efectividad para con el servicio y protección a la población queda en entredicho en tanto no se acompaña con acciones que garanticen mayor protección a la población.
El hecho de que se informe sobre la clausura de una sola gasera sin mayor información sobre los negocios que se deja ver operan con autorizaciones con expedientes incompletos, “incluso unas muy delicadas”, entre las que Galindo Ceballos menciona gaseras (en plural), es indicio de que, además de la clausurada, están en funcionamiento otros negocios que representan riesgo.
¿Por qué no fueron clausurados esos negocios? ¿Cuáles son sus ubicaciones? ¿Cuáles son los riesgos que representan para la población en general y en particular de las zonas donde se encuentran? Es información que los habitantes del municipio tienen derecho a saber y que Galindo Ceballos niega como efecto de su adicción a la propaganda que lo hace ocultar la información útil para la gente.