Desiree Madrid
La directora general del Instituto de Desarrollo Humano y Social de los Pueblos y Comunidades Indígenas, Bernarda Reyes Hernández, afirmó que el Gobierno del Estado “mantendrá una postura plenamente respetuosa” ante la oposición de consejeros indígenas que rechazan al recién designado delegado del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Mario Godoy Ramos.
“La asignación de titulares es una atribución de carácter federal; en ese sentido, respetamos esa parte”, subrayó.
Reyes Hernández reconoció “las luchas de los pueblos y comunidades indígenas” para garantizar que sus representantes sean originarios y legitimados por las propias asambleas. No obstante, invitó a “revisar los reglamentos internos del propio INPI” y contrastar la vía de la designación directa con las demandas de los consejeros.
“Empatar los lineamientos federales con las voces que se han escuchado estos días podría dar génesis a una solución”, añadió.
La funcionaria estatal reiteró que el Ejecutivo potosino no intervendrá en una decisión que corresponde al Gobierno de México, pero se debe tomar en cuenta “la postura de los consejeros y el respeto a sus procesos internos de representación”.
El conflicto se dio hace tres semanas, cuando Mario Godoy Ramos fue designado delegado del INPI en San Luis Potosí. Sin embargo, consejeros estatales de comunidades originarias solicitaron su remoción al considerar que “usurpa la identidad indígena” y que su nombramiento contraviene el principio de representatividad comunitaria.
A través de comunicados y entrevistas, exigieron al Gobierno Federal colocar en el cargo a una persona reconocida como originaria por las propias comunidades.
El desenlace de la situación dependerá de la respuesta que la autoridad federal otorgue a la solicitud de los consejeros y de una eventual revisión de los lineamientos internos del instituto.