Fernanda Durán
La nueva etapa del Poder Judicial en San Luis Potosí arrancó con discursos cargados de expectativa, pero también con vacíos de definición. Lourdes Anahí Zarazúa Martínez, quien asumió la presidencia del Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE), reconoció que todavía no tiene claro hacia dónde dirigir los cambios que plantea la reforma judicial.
“Es una reforma en todos los sentidos, hay que hacer cambios definitivamente, ¿cuáles? No lo sé, pero habrá que hacer cambios”, admitió en el marco de su toma de protesta en el Congreso del Estado.
La magistrada señaló que primero se requiere hacer una revisión interna antes de definir ajustes, aunque evitó precisar un solo punto en particular.
En temas como la austeridad, apuntó que será necesario eficientizar los medios materiales y coordinarse con el nuevo Órgano de Administración Judicial, sin detallar cómo se llevará a la práctica esa directriz.
Pese a ello, afirmó estar “muy emocionada” y que pondrá sus conocimientos y experiencia para que la reforma “sea a favor de los ciudadanos”.
En contraste, Zelandia Bórquez Estrada, presidenta del Tribunal de Disciplina Judicial, aseguró que su prioridad será abrir las puertas del nuevo órgano y facilitar que la ciudadanía conozca y pueda interponer denuncias sobre el actuar de jueces y funcionarios judiciales.
“De ninguna manera será un órgano persecutor, al contrario, buscaremos siempre respetando los procedimientos… reiterar esta confianza ciudadana hacia las instituciones”, subrayó ante las críticas que se hacen a nivel nacional sobre los tribunales de disciplina judicial.
Bórquez adelantó que el pleno se instalaría formalmente la misma tarde en la Escuela Judicial y que el evento sería transmitido en redes sociales.
Reconoció que, al tratarse de un tribunal de reciente creación, enfrentarán una ruta de aprendizaje, aunque cuentan con el perfil técnico para atender los procedimientos heredados del extinto Consejo de la Judicatura y los que se generen a partir de la nueva Ley Orgánica.
