Obama anula la ley “pies secos”

 

Estados Unidos (13 de enero de 2017).- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció ayer el fin de la antigua política migratoria que permite que los cubanos que lleguen a suelo estadounidense se queden y sean residentes legales.

“Hoy Estados Unidos está dando pasos importantes para normalizar las relaciones con Cuba y para lograr una mayor consistencia en nuestra política de inmigración”, afirmó Obama en un comunicado.

Al dar este paso, estamos tratando a los emigrantes cubanos de la misma manera que tratamos a los migrantes de otros países”, subrayó el mandatario.

La anulación de la política conocida como “pies mojados, pies secos” entrará en vigor de inmediato, de acuerdo con un funcionario de gobierno. La decisión se da tras meses de negociaciones enfocadas en parte en que Cuba permita el regreso de quienes sean rechazados por Estados Unidos.

Dijo también que los cubanos no dieron ninguna garantía sobre el trato que recibirán los repatriados, pero indicó que la solicitud de asilo político sigue siendo una opción para los que teman sufrir persecución si regresan.

Obama  consideró que la política “pies secos, pies mojados” pertenece a “otra era”, pues fue adoptada en 1995 y estaba basada en la devolución a Cuba a los isleños que interceptaban en el mar (“pies mojados”), pero se admitían en el país los que lograban tocar tierra (“pies secos”).

Obama usará un cambio de norma administrativa para derogar la referida política migratoria.

La posibilidad.

El presidente electo Donald Trump podría revertir el cambio una vez que asuma el cargo la próxima semana. El empresario ha criticado las medidas de Obama para mejorar las relaciones con Cuba. Pero eliminar una política que ha permitido que cientos de miles de personas vengan a Estados Unidos sin visa se alinea con el compromiso del Presidente electo de imponer políticas migratorias más estrictas.

Washington se mostraba renuente a deportar gente a la isla socialista gobernada en ese entonces por Fidel Castro, y en general el gobierno cubano también se negaba a aceptar a los ciudadanos repatriados.

En el pasado, La Habana se ha quejado amargamente de los privilegios migratorios especiales otorgados por Estados Unidos, ya que
–dice– alientan a los cubanos a arriesgarse a efectuar peligrosos viajes para escapar, y generan una fuga de cerebros. Pero la medida también ha servido como una válvula de escape para el estado unipartidista, al permitir que los cubanos más insatisfechos busquen una vida mejor en el exterior y se conviertan en fuentes de apoyo financiero para sus parientes en la isla.

En La Habana, los cubanos no se habían enterado de la noticia, aunque no se mostraron sorprendidos.

“Esto estaba por levantarse en cualquier momento”, dijo Guillermo Britos, un chofer de 35 años. “Puede ponerle una dinámica más normal a la emigración, para que no tanta gente se muera en el mar, pero también se le quita una válvula de escape al gobierno, que conseguía divisas de los emigrantes”.

Para Lazarito Valdez, un pescador de 28 años, la medida no frenará los intentos de los cubanos por llegar a territorio estadounidense.

“Yo creo que de alguna manera los cubanos van a llegar a Estados Unidos”, dijo. “Lo que buscamos viajando son mejoras económicas, y eso no va a cesar”.

Entre la comunidad cubana en Miami hubo enojo contra Obama, mientras algunos consideraron que la medida incrementará las presiones para que haya cambios en la isla.

El Nuevo Herald destacó  en su editorial que “poner fin a esa política es una concesión al gobernante cubano Raúl Castro, que había exigido su fin. Queda por ver qué más el Presidente ha acordado como parte de su inesperado trato con el gobierno de Cuba”.

Fuente: Excélsior.
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