Ómicron dominaría durante segunda fase de la cuarta ola: Andreu Comas

Abelardo Medellín

La variante Ómicron del COVID-19 podría aparecer como la cepa predominante en contagios durante la segunda fase de lo que será la cuarta ola de contagios en México, así lo explicó el catedrático de la Facultad de Medicina y del Centro de Investigación en Ciencias de la Salud y Biomedicina (CICSaB) de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), Andreu Comas García.

El pasado 24 de noviembre se notificó por primera vez a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la variante B.1.1.529 del COVID-19, mejor conocida como Ómicron; lo anterior, apenas 15 días después de que se confirmara el primer caso de contagio por esta cepa en Sudáfrica.

La última semana se ha registrado la llegada de Ómicron al continente americano, tanto en un par de casos presentes ya en Estado Unidos, como en México.

Andreu Comas explicó que la variante Ómicron surgió como consecuencia de la continua transmisión del virus COVID-19 entre los seres humanos, sin que se lograra interrumpir la cadena de contagios.

Asimismo, comentó que tampoco se obtuvo la inmunidad necesaria para combatir el virus, esto debido a infecciones previas o por una deficiente vacunación.

¿Una variante más peligrosa, mortal o transmicible?

“Lo que sabemos es que datos preliminares de Sudáfrica, que no son representativos a nivel mundial, nos dicen que esta variante es un 30 por ciento más contagiosa que la variante Delta y que al igual que la variante Delta, tiene la capacidad de disminuir el efecto que tiene la inmunidad generada por la infección previa o la vacunación, sin embargo, todavía no queda claro qué tanto disminuye la protección que pudimos haber generado previamente”.

Pese a que lo dicho por Comas García responde a los datos preliminares que han surgido sobre la nueva variante, el investigador aclaró que, dado que el número de casos es escaso, no se sabe si la variante Ómicron puede considerarse como más agresiva que otras:

“Todavía la cantidad de casos son muy escasos como para que se comiencen a presentar defunciones o casos graves, por lo tanto, habrá que esperar a ver cómo se comporta la variante fuera de África, en Europa y en Estados Unidos, para ver cómo se desarrolla clínicamente”.

Andreu Comas explicó que antes de que la nueva variante Ómicron pueda ser considerada como de alto riesgo en los países, esta tendrá que competir con la variante Delta, que es la mutación predominante del COVID-19 en la actualidad, y de igual manera deberá competir con la protección generada por las vacunas y la población de gente ya infectada.

“En África solo está vacunado el cinco por ciento de la población, mientras que hay países de Europa donde más del 80 por ciento ya están vacunados y están vacunando a los niños y también las condiciones sanitarias son mejores a las de África, así que bueno, habrá que ver si de verdad es tan transmisible y si le puede ganar la partida a Delta o no”.

El investigador de la UASLP recordó que actualmente la variante Delta es la mutación predominante del COVID-19 en el país, la cual aparece en el 98 por ciento de las muestras de contagio actualmente y, si bien su cuadro agudo no es tan severo, tiene más complicaciones que se conoce como “Covid largo o post Covid”.

La cuarta ola y las dos variantes

“De que va a haber cuarta ola, va a haber cuarta ola; antes de que Delta predominara, se calculaba que esta cuarta ola iba a ser de tamaño igual o menor a la tercera ola, ya con Delta como jugador podemos esperar que sea del mismo tamaño o mayor tamaño que la tercer ola”, indicó.

El catedrático dijo que se espera entrar a la cuarta ola de contagios de forma lenta y durante el mes de diciembre, para que luego se vuelva más visible durante enero y febrero del próximo año; lo anterior con la posibilidad de que sus efectos se extiendan hasta abril del 2022.

De igual forma, Comas García comentó que la primera parte de la cuarta ola se verá caracterizada por la presencia de Delta y después, por las fiestas decembrinas, la última parte de la cuarta ola sería dominada por Ómicron si la variante logra transmitirse exitosamente.

Cuarta ola y la situación hospitalaria

“Ha mejorado la situación hospitalaria en el sentido en que ya no son ‘Hospitales Covid’ en algunos estados, sino que son hospitales híbridos y esa es la mejor estrategia para enfrentar al COVID y atender las cuestiones de salud pública”.

Según el investigador, la situación hospitalaria podría no ser tan complicada como en las pasadas olas de contagios, debido a que se espera que la mayoría de los infectados en esta cuarta ola sean menores de 18 años: “Ellos en una baja proporción son los que van al hospital”.

Comas García comentó que los sectores de personas mayores de 60 años los cuales sí podrían requerir servicios hospitalarios en mayor proporción, necesitarán recibir una tercera dosis de vacunación para reforzar las inmunizaciones previas y que así eviten cuadros severos de la enfermedad.

Un país no preparado para la nueva variante

“El país no está preparado, porque es de los pocos países que no piden vacunación ni pruebas PSR para entrar, por lo tanto, pues tienen pase libre los infectados para entrar al país y distribuir la variante”.

Andreu Comas explicó que los nulos requisitos sanitarios para ingresar a México fueron lo que provocaron la tercera ola de contagios que vivió el país hace unos meses:

“Primero por el norte del país llegó Alfa, por el sur del país llegó Gama, que iniciaron la tercera ola, pero luego llegó Delta y generó una ola generalizada en nuestro país”.

El investigador de la UASLP afirmó que, así como pasó con Delta, pasará con la variante Ómicron:

“Va a llegar por los destinos turísticos y por las tres principales ciudades del país, porque no hay una regulación para evitar que gente infectada llegue al país”.

Otro factor que revela la poca preparación que tiene México para recibir a la nueva variante es la inexistente estrategia para incrementar la vigilancia epidemiológica a través del muestreo o a través de la detección, seguimiento y aislamiento de casos: “Por todo lo anterior, la llegada de la epidemia se da en libre evolución”.

¿Qué debe hacer el gobierno?

“Cambiar las políticas del gobierno para que a nuestro país solo entren personas con PSR negativa y con cartilla de vacunación completa, punto número uno; punto número dos, tendrían que incrementar el presupuesto para muestreo y diagnóstico por parte de los laboratorios estatales de salud pública; punto número tres, les tendían que dar más presupuesto a las jurisdicciones sanitarias para que pudieran hacer la detección, rastreo y aislamiento de los casos y así cortar la transmisión”.

Comas García afirmó que el Instituto Nacional de Migración (INM) jugará un papel crucial para evitar que los connacionales que vuelven de Estado Unidos traigan consigo la nueva variante del virus a territorio nacional.

“Ya el año pasado en San Luis Potosí y en Zacatecas se hizo la detección y aislamiento de los paisanos y esa fue una estrategia que ayudó a contener”, dijo el especialista, quien agregó que por el momento no se ha visto que el gobierno estatal o nacional ponga en marcha nuevas acciones para evitar la llegada del virus por las fronteras norte o sur.

¿Qué puede hacer la población?

“Lo que tiene que entender la población es que no por estar vacunado puedo dejar de utilizar el cubrebocas, no por estar vacunado puedo asistir a eventos masivos con aglomeraciones, no por estar vacunado puedo dejar de darle un lugar preferente a la alta ventilación de los lugares, esas tres medidas son necesarias para evitar una catástrofe”.

Comas García dijo que la población también debe entender que, de presentar un contagio, tiene que aislarse inmediatamente y avisar a todos sus contactos para que también lo hagan.

“El día que haga eso el mexicano, podremos cortar la cadena de transmisión, aunado a que cuando uno empiece con síntomas, además de hacerse la prueba, acuda a recibir atención médica”.

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