Estela Ambriz Delgado
Las organizaciones Sidepac Huasteca y Alianza Mexicana contra el Fracking hicieron un llamado a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión para que se apruebe la reforma al artículo 27 constitucional para prohibir el uso del fracking para la extracción de hidrocarburos.
Sidepac recordó que el pasado 15 de octubre acompañaron a representantes de comunidades indígenas tének y nahua de la Huasteca Potosina, e integrantes del Consejo Nacional Indígena, junto con la Controlaría Autónoma del Agua de la Huasteca Potosina y la Alianza Mexicana Contra el Fracking, en su pronunciamiento contra esta técnica.
Puntualizó que en dicha reunión se expusieron los polígonos asignados en el plan 2025-35 de Pemex para su explotación, así como la riqueza ecológica, cultural y social que se vería afectada y porqué se debe prohibirse la fracturación hidráulica, que advierten se pretende disfrazar bajo el nombre de “prácticas de extracción compleja”.
Por ello, las comunidades y organizaciones civiles siguen en el ejercicio de los derechos colectivos, la organización social y la defensa del territorio, además de que se encuentran a la espera de que su defensa sea reforzada con la aprobación de la reforma al artículo 27 constitucional, presentada por las y los diputados Xóchitl Zagal Ramírez, Olga Juliana Elizondo Guerra, Adrián González Naveda y Manuel Vázquez Arellano.
En este sentido, Sidepac exige a las y los integrantes del Congreso de la Unión que se apruebe la iniciativa para prohibir la exploración y extracción de gas y petróleo mediante el uso de la técnica de la fracturación hidráulica.

“Las comunidades compartimos que nuestro futuro se fundamenta en alternativas energéticas y de desarrollo con energía limpia y sustentable, basados en políticas públicas y experiencias comunitarias para generar una transición justa y participativa”.
Por su parte, Alianza Mexicana contra el Fracking reitera que luego de más de 25 años de que se lleve a cabo esta práctica en el país, y constatar algunos de sus efectos negativos en el medio ambiente esperan, junto con más de 40 organizaciones civiles, que la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, cumpla con su compromiso de prohibir la técnica devastadora.
Señalaron que al menos desde 1996 se han fracturado más de 8 mil pozos, y al día de hoy hay más de 36 mil fracturas en todo el territorio mexicano. Cada pozo se fractura múltiples veces, hasta que su productividad ya no sea redituable.
La organización expuso que durante el gobierno de Enrique Peña Nieto la reforma energética de 2013 buscó dar un gran impulso a la extracción de no convencionales, que forzosamente requieren fracturación hidráulica.
Además, hacen mención de que, si bien el expresidente Andrés Manuel López Obrador dijo que quería prohibir el fracking, nunca lo hizo. Por el contrario, durante su sexenio se perforaron y fracturaron tres pozos exploratorios no convencionales en la Sierra Norte de Puebla.
Durante el mismo periodo, Pemex recibió más de 4.5 billones de pesos para la exploración de yacimientos no convencionales, es decir, para proyectos que implican el uso de fractura hidráulica.





