Por Antonio González Vázquez
La prosperidad prometida por Juan Manuel Carreras no llega a los potosinos y, algunos de ellos que salen al mundo a buscarla, lo que encuentran es la muerte.
Oswaldo Rodríguez Cerda solo tenía 22 años de cuando murió en el “trailer de la muerte” en el estado de Texas; vivió en la comunidad de El Zapatero, municipio de Ahualulco donde la prosperidad es tan visible como las lunas de Júpiter.
En realidad, El Zapatero es una comunidad con grado de alta marginación. Tiene una población de apenas 266 personas y su grado de educación es apenas de sexto año en promedio. Es una comunidad polvorienta y de pobreza, como uno más de esos pueblos olvidados de la mano de Dios.
Según datos oficiales, solo el 18 por ciento de la población tiene trabajo y el cero por ciento de las viviendas tiene computadora e Internet. En El Zapatero no saben lo que es eso, bueno, algunos si saben, el 3 por ciento tiene un dispositivo personal.
Es que a El Zapatero nunca llegó la prosperidad que tan encarecidamente ofreció Juan Manuel Carreras López y por eso, Oswaldo salió a ver si él la encontraba sin la ayuda del gobernador.
El 23 de julio Oswaldo murió junto con otros paisanos que habían sido enganchados y luego abandonados en el estacionamiento de un hipermercado texano. Iba con otra potosina que logró sobrevivir y está como testigo de las autoridades americanas que buscan a los responsables de haber abandonado a 34 mexicanos en la caja de un camión de carga.
Oswaldo iba a buscar fortuna a un país extraño porque en San Luis Potosí no hay trabajo para todos. Dicen las autoridades que hay empleo de sobra y dicen los líderes charros que sobran las vacantes, pero la muerte de Oswaldo los contradice trágicamente.
El lunes 31 de julio, Oswaldo fue sepultado en su comunidad de origen, lo único que el gobierno de Juan Manuel Carreras López pudo hacer por él, fue ayudar a repatriar su cuerpo derrotado porque no alcanzó la prosperidad sino la muerte.
Vivía en una comunidad de economía rural, casi inexistente. Únicamente cuenta con sesenta viviendas y ahí viven 125 hombres y 141 mujeres. Según la Secretaría de Desarrollo Social, su grado de marginación es alto y su situación de bienestar social es bajo.
Ahí sepultaron el pasado lunes a Oswaldo cuando apenas tenía 22 años de edad.
En el primer semestre del año, 2 mil 644 potosinos que tampoco han visto ni de cerca la prosperidad y se han aventurado a cruzar la frontera a Estados Unidos, han sido repatriados al estado, donde se duda, puedan encontrar un trabajo como el que infructuosamente fueron a buscar a otro país.
