Otra vez una terna en la que sólo uno cuenta

Por Victoriano Martínez

Ni la burla perdona. El gobernador Juan Manuel Carreras López lo vuelve a hacer: manda al Congreso del Estado una terna para que los diputados elijan al nuevo Fiscal Anticorrupción, para sustituir a quien se le salió del carril y por presiones se vio obligado a renunciar, con el resultado cantado y los diputados sólo como bufones para hacer su voluntad.

Felipe Aurelio Torres Zúñiga, si los diputados no rescatan un mínimo de dignidad, será el nuevo Fiscal Anticorrupción y, lamentablemente, Leticia García Torres y Xóchitl Martínez Calderón jugarán el mismo papel y correrán la misma suerte que Alejandro Hernández Castillo y Mónica Kemp Zamudio en enero de 2018.

¿Quién se acuerda de aquellos dos personajes que sirvieron de comparsa en la elección, también anunciada, de Jorge Vera Noyola como Fiscal Anticorrupción? Lamentable que en su afán simulador se dé ese trato a las personas, en este caso a dos mujeres.

El sketch ha comenzado: Alejandro Leal Tovías, secretario de Gobierno, asegura que ya consensuaron la terna con asociaciones de abogados y representantes de la sociedad civil. Sólo él sabe a qué agrupaciones se consultó porque no aporta un solo registro documental de esas acciones y sí, en cambio, ya salen abogados a desmentirlo.

Algunos actores políticos, como el dirigente estatal del PAN, intentan provocar alguna hilaridad con pronunciamientos a favor de que los propuestos no pertenezcan a ningún partido ni provengan de instancias gubernamentales. Total, todo sea por crear un ambiente de apariencia de presiones para lograr una mejor opción.

El gobierno de Carreras López sigue en su papel: envía la terna que aseguran se integró de común acuerdo con otros actores de la sociedad, que sólo ellos saben quiénes fueron, y que todo indica que se trató únicamente de quienes tienen interés en que la figura del fiscal anticorrupción sea decorativa en el esquema de simulación del combate a la corrupción.

Una necesidad que involucra a todos los personajes de la vida pública que se autodenominan políticos, pero apenas llegan a politiqueros: diputados, magistrados, jueces, funcionarios estatales y, a la cabeza, el gobernador del Estado. Una pieza más para el séptimo año del sexenio de la corrupción. Todos protegidos, todos contentos.

Tan forma parte de la estructura de simulación del grupo hoy en el poder, que Torres Zúñiga junto con su pareja, Alethia Loredo García, fueron beneficiarios con cargos dentro del Poder Judicial por parte de otro personaje que, según denuncias y quejas en Derechos Humanos por parte de jueces y una magistrada, requiere tener de su lado al nuevo fiscal: Juan Pablo Almazán Cué.

En el sexenio de la corrupción que simula su combate, prácticamente no hay alto funcionario en cualquiera de los tres poderes, y hasta en los organismos autónomos, que no requiera que el fiscal anticorrupción sólo sea una pieza más de la simulación.

Es entre ellos donde el consenso es indudable, porque para la población en general el proceso del nombramiento del fiscal anticorrupción sólo es un entremés en la gran obra de simulación que encabeza Juan Manuel Carreras López.

Si desde un principio, por sketch como el que está por repetirse en el Congreso del Estado con una terna en la que sólo cuenta uno, se consideró que el Sistema Estatal Anticorrupción nació muerto, que a estas alturas los diputados le vuelvan a hacer el trabajo sucio a Carreras López sólo deja ver cómo avanza la putrefacción en la administración pública.

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