María Ruiz
En el marco del inicio del proceso de consulta para elegir a la persona titular de la Unidad de Atención a Pueblos y Comunidades Indígenas del Ayuntamiento de San Luis Potosí, la ex titular de la unidad, Palmira Flores, señaló que las instituciones encargadas del proceso permiten la usurpación de identidad y representación indígena.
Luego de que el Instituto de Desarrollo Humano y Social de los Pueblos Indígenas (INDEPI) encabezara una sesión normativa para revisar la convocatoria del periodo 2025–2027, Flores denunció que el proceso es infiltrado por personas ajenas a las comunidades originarias que, sin vínculos ancestrales ni legitimidad cultural, se autodenominan representantes indígenas para participar.
“En el municipio de San Luis Potosí nadie quiere poner un alto a la suplantación de la identidad y representación indígena. El Ayuntamiento, el Tribunal Electoral y el Poder Judicial están permitiendo que cualquier individuo se apersone como representante indígena”, afirmó.
La activista y defensora de los derechos indígenas advirtió que desde instancias judiciales locales ya se había alertado sobre este riesgo, y lamentó que hoy se haya vuelto una realidad: individuos sin arraigo, historia ni comunidad participan en un proceso colectivo reservado exclusivamente para pueblos originarios.
“Hippies y gente sin ningún vínculo ancestral reclaman hoy derechos colectivos porque nadie quiere poner orden a esta situación tan crítica… Mi pregunta genuina es: ¿Los magistrados y titulares encargados de velar por los derechos indígenas son realmente ignorantes de la ley indígena o es su racismo disfrazado de respeto al sistema normativo?”, cuestionó.
Flores también criticó a las instituciones que deberían garantizar la legalidad y legitimidad de estos procesos, principalmente organismos como el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (Ceepac), el Ayuntamiento de San Luis Potosí, el Tribunal Electoral del Estado, la Comisión de Asuntos Indígenas y el propio INDEPI.
“Para el gobierno basta con que usen un penacho y copal para decir que son personas indígenas… Es una burla. Los nuevos ‘indígenas’ aprendieron códigos y filosofías de los pueblos originarios solo para justificar su supuesta representación colectiva”, expresó con indignación.
La exfuncionaria advirtió que no solo se suplanta la identidad individual, sino que también se vulnera la autodeterminación colectiva de los pueblos asentados en la capital potosina, entre ellos los otomí, tének, náhuatl, wixárika, mazahua y triqui.
“No vamos a permitir que los derechos se usurpen de esa manera. Es el Estado en general quien está motivando estas negligencias y actuaciones de mala fe”, subrayó.
Mientras tanto, el proceso continúa entre tensiones, y la legitimidad de la representación indígena en contextos urbanos vuelve a colocarse en el centro del debate público.