PAN: Silencio y complicidad de los perdedores

Ángel Castillo Torres

La inconformidad de los 2 precandidatos del PAN a la alcaldía de la capital que han sido excluidos de una posible nominación ha sido silenciada para intentar construir un acuerdo que evite la división al interior de la coalición Fuerza y Corazón por San Luis. Nos comentan que Rubén Guajardo y David Azuara están muy molestos y frustrados por lo que consideran una traición de su dirigente estatal Verónica Rodríguez, quien en complicidad con el dirigente nacional Marko Cortés incumplió el compromiso de que el candidato a la alcaldía de la capital fuera un panista. El silencio impuesto desde el Olimpo panista a estos aspirantes está provocando mil especulaciones. Se da como un hecho que la decisión acerca de quién será el candidato esta tomada y no hay vuelta atrás, Enrique Galindo es el virtual abanderado de la coalición. A los lideres nacionales y estatales no les importa si esta decisión es contraria a los principios de la democracia o si se lastima la dignidad de los panistas. Para la dirigencia nacional lo que importa es negociar un buen botín a cambio de ceder la codiciada y rentable candidatura. No es difícil imaginar que uno de los negociadores de esta oscura trama es el dueño de la franquicia local del Partido Acción Nacional, el tremendo Xavier Azuara, que no deja pasar ninguna oportunidad que le reditué buenos dividendos.

En los pasillos del edificio del PAN se asegura que desde ayer hay negociaciones en las que Enrique Galindo, Verónica Rodríguez y un delegado del comité ejecutivo nacional enviado por Marko Cortes, están afanados tratando de que Rubén Guajardo y David Azuara entierren el hacha de guerra y acepten suculentas prebendas para dejar el paso libre a alcalde que busca la reelección.

Como no hay información acerca de los términos de esta negociación se apropia del ambiente el   sospechosísimo y surgen preguntas impregnadas de incertidumbre que esperamos sean contestadas en las próximas horas: ¿Qué les ofrecen como premio de consolación a Rubén y a David para que se serenen? ¿será en metálico o en posiciones de gobierno para los equipos de ambos la paga? ¿Qué tajada del pastel están exigiendo Marko Cortés y Xavier Azuara para dar su sacrosanta bendición a este arreglo? y lo más importante: si van a formar un gobierno de coalición – en caso de que ganen – ¿en qué momento harán publico el documento en el que se especifique cuál es el reparto de las posiciones en la estructura de gobierno municipal, cuáles serán las prioridades de política pública y quiénes accederán a la planilla que será registrada ante el CEEPC?

Sea cual sea el resultado final de este arreglo cupular habrá ganadores y perdedores. Creo que Rubén Guajardo y David Azuara serán los damnificados. Pero también la imagen del Partido Acción Nacional se verá manchada, su larga tradición de democracia interna será mancillada. La antidemocracia priista que es toda una institución en este partido estará pervirtiendo los mejores valores de lo que en otros tiempos fue el gran partido de la oposición en México. Parafraseando a José Emilio Pacheco podríamos decir que el PAN “es hoy todo aquello contra lo que lucho por años”, ha muerto la brega de eternidad que consagró Manuel Gómez Morin uno de sus padres fundadores: “Cuando fundamos el PAN, dijimos que no era una tarea de un día sino brega de eternidad”. Hoy la perversión de los principios fundacionales es evidente. Lo que domina es el pragmatismo más rupestre y no se ve que aparezca un mesías que arroje a los mercaderes del templo. (“y entrando Jesús en el templo comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; volcó las mesas de los que cambiaban el dinero y los asientos de los que vendían las palomas. Ustedes la han hecho cueva de ladrones”, Marcos 11:15-18

No se si es posible esperar que en un acto de dignidad y congruencia Rubén Guajardo, ese joven y prometedor político del PAN, rechace y denuncie los sucios arreglos que se están planteando para empoderar a Galindo. Él, que ha pregonado a los cuatro vientos que no habrá de renunciar a su aspiración de ser el candidato de la coalición Fuerza y Corazón por San Luis, tendrá que tomar una de las decisiones más difíciles de su vida. Ser cómplice de esta acción aborrecible, o salvar su prestigio y capital político para ponerlo en juego en una mejor ocasión. Guajardo debe recordar que “no solo eres responsable de lo que haces, sino de lo que no haces, de lo que no defiendes y de lo que callas”. Lo que Rubén decida será juzgado por la historia y por el tribunal de su conciencia.

De David Azuara no hay mucho que esperar, hará lo que le ordene Xavier Azuara y acabará conformándose con un buen arreglo que beneficie a su clan.

En cuanto a Enrique Galindo que no se ha caracterizado por ser un demócrata, lo que debe quedar claro es que será un candidato impuesto que obtuvo la nominación a partir de un arreglo de las élites de los partidos coaligados (PAN, PRI y PRD).

En este momento no es posible medir el daño que causará esta perfidia en el ánimo de las bases y simpatizantes panistas, o si acaso ello se reflejará en una disminución de la votación en favor del actual alcalde aspirante a la reelección. Por lo pronto se puede afirmar que la casi segura postulación de Galindo habrá de nacer con taras.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es psicólogo y maestro en Ciencias de la Educación. Fue delegado de Villa de Pozos en 2022 y subsecretario de Gobierno de 2016 a 2017. Presidió el Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional en 2013. También fue director general del Sistema de Financiamiento para el Desarrollo del Estado. Ocupó los cargos de regidor en la capital potosina (2007) y de diputado local de la LVI Legislatura (2000). Impartió clases en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

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