¿Por qué El Salvador vive “los días más violentos del siglo”?

Entre el pasado domingo y el viernes, al menos 220 personas fueron asesinadas en El Salvador, uno de los repuntes de violencia más bruscos de los últimos años.

De hecho, por tres días consecutivos se vivió “el día más violento del siglo”: el domingo, 40 muertos; el lunes, 42; y el martes, 43.

De continuar la tendencia -hoy de 35 homicidios diarios-, el país superará a su vecino Honduras como “el país más violento del mundo”.

Algo así no pasaba desde 2009, cuando la nación se encontraba sumida en una cruenta guerra entre el gobierno y las pandillas de la Mara Salvatrucha y Barrio 18.

Cifras oficiales del Instituto de Medicina Legal y la policía indican que en lo que va corrido del año, más de 3.828 personas han caído víctimas de la violencia. La gran mayoría son civiles, al menos 42 son policías y 16 son militares.

Pandillas, El Salvador
Agosto se perfila como el mes más violento del año en El Salvador.

Datos oficiales también indican que en 2014 el país registró 3.912 homicidios.

Es decir, que la actual ola de violencia salvadoreña está cerca de superar en ocho meses lo que ocurrió en los 12 del año pasado.

Las autoridades salvadoreñas aseguran que el recrudecimiento de la violencia se debe al incremento de los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y las pandillas.

“Agosto va a terminar con más de 700 muertos, no todos atribuibles a las pandillas, pero sirve para dimensionar qué tipo de problema tenemos en El Salvador”, le dice a BBC Mundo Roberto Valencia, periodista e investigador del medio digital El Faro.

“Curiosidad estadística”

“Se ha dado la casualidad matemática de que esos tres días consecutivos se convirtieron en los tres días más violentos de lo que va del siglo”, afirma Valencia.

“Es una curiosidad estadística que sobre todo sirve para que se esté reseñando internacionalmente, pero que corresponde a cómo está el país”, explica.

Salvador
El gobierno de Salvador Sánchez Cerén optó por una política ofensiva y de no negociación con las pandillas.

“El 1 de junio ya habíamos tenido 38 muertos diarios. No es que hayamos saltado de repente de una tendencia de ocho o nueve muertos a 40 en un solo día”, agrega.

“Marzo ya había sido el mes más violento desde el fin de la tregua, con 16 homicidios diarios. Luego mayo fue el mes más violento, y luego llegó junio…”.

Las proyecciones de los analistas indican que si continúa la tendencia ascendente de homicidios, El Salvador llegará a los 6.000 homicidios en 2015. Es decir, 91 asesinatos por cada 100.000 habitantes.

Sería el año con más asesinatos desde 2009, que registró 4.367, según cifras del Insituto de Medicina Legal citadas por la Agencia Efe.

En Honduras, el país más violento del mundo entre 2010 y 2014, la tasa de homicidios es de 58 por cada 100.000 habitantes.

Maras
Los líderes de las pandillas aceptaron la tregua de 2012 a cambio de ser trasladados a cárceles más laxas.

“Lo que ha ocurrido en las últimas semanas y meses, ha desbordado por completo la violencia en un país que es violento hasta en la época de tregua”, dice el periodista.

En España, por ejemplo, se tendrían que morir de forma violenta 28.000 personas para igualar la tasa salvadoreña, y en todo 2013 los homicidios allí fueron 302.

Los detonantes

El gobierno del expresidente Mauricio Funes anunció el 14 de marzo de 2012 el acuerdo de una tregua con las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18, que tenían violentamente arrinconado al país desde que sus líderes fueron deportados de EE.UU. en la década de 1990.

La tregua duró cerca de tres años y les dio a los miembros de las pandillas varias concesiones, entre ellas el traslado de la cárcel de máxima seguridad Zacatecoluca a otros penales más laxos.

Homicidios en El Salvador

  • 4.367 2009
  • 4.004 2010
  • 2.594 2012
  • 2.499 2013
  • 3.912 2014

Por primera vez en años, y casi que repentinamente, El Salvador vio la reducción de los homicidios en un 40%.

Si en 2009 se registraron 4.367 homicidios, en 2013 fueron 2.499. Pero en 2014, año en que hubo relevo presidencial, el total de muertes violentas llegó a 3.912.

“La tregua ya venía dando tumbos desde mediados de 2013, pero seguía viva”, dice Valencia.

El 5 de enero, el presidente Salvador Sánchez Cerén, exguerrillero y del mismo partido del expresidente Funes, el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, FMLN, anunció el fin de los diálogos con las pandillas.

“No podemos volver al esquema de entendernos y de negociar con las pandillas porque eso está al margen de la ley”, dijo ese día el presidente.

Y con ese anuncio, llegó el fin oficial de la tregua.

Maras, tregua
Maras Salvatrucha y Barrio 18 firmaron una tregua con el gobierno en marzo de 2012.

“Nosotros consideramos ese día como el final de la tregua, cuando el nuevo presidente anunció que rompía con las pandillas”, afirma Valencia.

“Un mes después, el 19 de febrero, se entierra el proceso cuando devuelven al penal de máxima seguridad a los líderes que habían salido de ahí. Ese fue el detonante, el punto inicial del fin de la tregua en marzo de 2012”.

De acuerdo a información de El Faro, tras realizar varias entrevistas a pandilleros durante la época de la tregua, reiteradamente sus miembros amenazaron con desatar un “baño de sangre” si los líderes eran regresados a Zacatecoluca.

Pocos días después de que se anunciara la nueva política ofensiva contra las pandillas y de que más de 50 líderes fueran regresados a confinamiento en Zacatecoluca, el poder que tienen las pandillas sobre la capacidad del país quedó claro.

El poder de las pandillas

Los crímenes se dispararon alcanzando en enero un promedio de 14 muertes diarias, similar a lo que ocurría en el violento año 2009.

“Desde entonces, las pandillas que son extremadamente violentas y su lenguaje es la violencia, deciden responder al gobierno con el lenguaje que mejor saben utilizar, y se producen una serie de ataques a los cuerpos de policía y fuerza armada”, explica el periodista.

Y con el nuevo repunte del crimen, se reactivó la dinámica de la guerra porque salir de la tregua implica tener que conseguir más armamento o la necesidad de reclutar nuevos militantes.

“Un no al reclutamiento se puede volver fácilmente un muerto”, dice Valencia.

Paro, pandillas, El Salvador
El paro de transporte público ordenado por las pandillas en julio demostró el poder que tienen en el país.

El mes pasado, el país vio como un paro de transporte ordenado por las Maras y Barrio 18 dejó nueve transportistas muertos y varias ciudades paralizadas.

El gobierno tuvo que desplegar oficiales para curstodiar improvisados camiones en los que la gente se tuvo que apretujar para movilizarse por la ciudad.

Al revisar el registro de las muertes de la última semana, llama la atención que los crímenes están dispersos por el país y que no necesariamente corresponden a enfrentamientos de pandillas en las que la mayoría de un grupo muere.

“Es el comportamiento de la violencia en El Salvador desde siempre. No necesariamente las cifras indican que las personas murieron todas juntas. Es un muerto aquí, otro allá al medio día, luego un par en la noche”, explica Valencia.

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