Texto y fotografías de María Ruiz
Con la participación de la organización de la sociedad civil, Derechos Urbanos, fue presentado el proyecto Un Compromiso Municipal por la Vida: Presentación de Proyectos de Diseño Urbano y Urbanismo Táctico de Cruces Seguros, una iniciativa integral que busca transformar los puntos de alta siniestralidad dentro la capital Potosí en espacios más seguros, accesibles y funcionales para todos los usuarios de la vía pública.
Durante la presentación, los promotores del proyecto enfatizaron que esta estrategia surge como respuesta directa al incremento de accidentes viales en la capital potosina y a la urgente necesidad de replantear la infraestructura urbana bajo criterios de seguridad vial, movilidad sostenible y diseño centrado en las personas.
En este sentido, anunciaron que la primera intervención oficial del programa se realizará en la glorieta González Bocanegra, un punto crítico por el alto número de incidentes registrados en los últimos años. La prueba piloto se colocará durante la madrugada del 19 de diciembre, con lo que arrancarán formalmente las acciones del proyecto.
El proyecto Un Compromiso Municipal por la Vida se concibe como una estrategia de intervención progresiva que integra diseño urbano, urbanismo táctico y procesos comunitarios.
Durante el evento se explicó que esta metodología permite rediseñar temporalmente espacios conflictivos con materiales de rápida colocación, con el fin de evaluar en tiempo real la efectividad de los cambios propuestos. El enfoque se basa en la idea de que las calles se pueden transformar primero de manera experimental para después realizar obras permanentes que ya cuenten con el respaldo, la experiencia y la validación de la comunidad.

Se detalló que la intervención táctica de inicio incluirá una reorganización completa del espacio público a través de pintura temporal, señalética y la instalación de elementos como bolardos, conos, divisores y estructuras modulares. Estas herramientas servirán para delimitar trayectos, acortar distancias de cruce, ampliar zonas peatonales y reducir las áreas de aceleración vehicular.
El rediseño contempla también una redistribución del espacio para taxis y transporte público, con el objetivo de ordenar los ascensos y descensos de pasajeros y evitar maniobras peligrosas. Paralelamente, se propondrán rutas seguras para ciclistas y se reforzará la visibilidad en los puntos donde tradicionalmente se generan conflictos.
La decisión de intervenir primero la glorieta González Bocanegra se fundamenta en un diagnóstico detallado que revela que este punto es uno de los más problemáticos de todo el municipio. Tan solo en los últimos cinco años, se han registrado más de 100 siniestros viales entre choques, atropellamientos y volcaduras, muchos con afectaciones graves tanto para peatones como para ciclistas y automovilistas.
Los análisis realizados muestran que el diseño actual de la glorieta está rebasado por las necesidades de movilidad de la zona. Las banquetas son demasiado estrechas para la cantidad de gente que circula diariamente, incluyendo usuarios del Hospital Central Ignacio Morones Prieto, estudiantes de la zona universitaria poniente y personas que utilizan transporte público.
A esto se suma que los cruces peatonales son demasiado amplios, lo que obliga a peatones y personas con movilidad reducida a exponerse por más tiempo a vehículos que ingresan y salen de la glorieta a altas velocidades.
Asimismo, se identificó que las vueltas vehiculares presentan radios de giro excesivamente amplios, lo que permite que los automovilistas tomen las curvas con rapidez sin suficiente visibilidad de peatones cruzando, situación que ha derivado en múltiples siniestros.

La ausencia de infraestructura para ciclistas refuerza este riesgo, pues actualmente deben compartir el espacio con vehículos que no siempre logran percibirlos a tiempo.
Durante la presentación, se explicó que la intervención no busca “ralentizar” el tránsito ni generar nuevos congestionamientos. Por el contrario, se pretende crear un flujo continuo, pero a velocidades más seguras.
Con el diseño actual, muchos automovilistas llegan a la glorieta demasiado rápido, lo que genera maniobras bruscas, falta de anticipación y embotellamientos en los accesos. El urbanismo táctico plantea redirigir estos movimientos para que sean más predecibles y progresivos al reducir riesgos y hacer más eficiente el desplazamiento general.
Los promotores del proyecto destacaron que la evidencia internacional demuestra que pequeñas modificaciones físicas —como estrechamientos controlados, ampliaciones de banqueta y delimitación clara de carriles— pueden reducir significativamente los siniestros, aún sin grandes inversiones en obra pública.
Uno de los ejes principales del proyecto es la participación ciudadana. Los integrantes señalaron que cualquier intervención urbana funciona mejor cuando los habitantes, usuarios y actores del espacio involucrado tienen oportunidad de conocerla, recorrerla y proponer ajustes.
Por ello, los días previos al 19 de diciembre se recibirán observaciones y comentarios que servirán para perfeccionar el diseño final que se colocará durante la intervención.
Se espera que, una vez instalada, la comunidad continúe proporcionando retroalimentación para determinar qué elementos deben reforzarse, eliminarse o ampliarse. Con ello, se busca que la versión final del rediseño, la que en el futuro podría convertirse en obra permanente, responda a las necesidades reales de quienes transitan diariamente por ese punto.



