Prevé magistrada aumento de impugnaciones por irregularidades en jornada electoral

Fernanda Durán

La magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Estado (TEE), Denisse Porras Guerrero, advirtió que en la elección judicial extraordinaria podría haber un repunte de impugnaciones relacionadas con la complejidad de los cómputos y una eventual intromisión indebida por parte de observadores electorales, o incluso el uso indebido de “acordeones”.

Estos tres factores representan riesgos en la jornada y podrían derivar en procedimientos jurisdiccionales en caso de que se vulneren los principios de legalidad, secrecía y libre emisión del voto.

Porras Guerrero detalló que, desde la emisión de la convocatoria, el Tribunal ha recibido alrededor de 45 a 50 medios de impugnación, aunque solo uno sigue pendiente de resolución. No obstante, estima que esa cifra podría duplicarse una vez que concluya la jornada electoral.

“Creo que el mayor cúmulo de los medios de impugnación llegará por irregularidades cometidas durante la jornada electoral y los cómputos (…). Yo pienso que serán alrededor de otros 50”, expresó.

Porras Guerrero subrayó que, a diferencia de otros procesos, esta elección implica una novedosa boleta múltiple, donde una sola hoja concentra varias decisiones del votante.

“Estamos acostumbrados a que una boleta es un voto y en esta ocasión son un montón de votos. Entonces sí es un reto significativo”, advirtió.

Además, agregó que de la capacitación especializada que debió recibir el personal electoral, el hecho de que las candidaturas no tengan representantes en las mesas de cómputo podría incentivar los reclamos.

“Los resultados que arrojen los cómputos, por la propia complejidad y al no tener representantes los candidatos en las mesas donde se llevarán a cabo los cómputos, será lo que mayormente se impugne”, estimó.

Sobre el uso de listas personales —conocidas popularmente como acordeones— para facilitar la votación, la magistrada reconoció que su uso no está prohibido si se trata de una decisión personal del votante, pero es posible su mal uso como mecanismo de presión electoral.

“Si existe alguien, por ejemplo, al entrar en la casilla que esté repartiendo los acordeones para decirle a la gente cómo votar, entonces ahí sí habría una violación respecto a la decisión unilateral del voto y a la secrecía del mismo”, explicó.

Subrayó que, si un elector denuncia que el acordeón no es propio, sino inducido, podría configurarse una irregularidad.

La magistrada también llamó a que la participación de los más de 3 mil 500 observadores electorales acreditados se realice con estricto apego a la ley.

“La labor de los observadores electorales tiene que ser muy cuidadosa en tanto no interferir en la votación (…). Si existe una irregularidad de presión o de interferencia con funcionarios de casilla o electores, también podría resultar una irregularidad”, señaló.

Aclaró que cualquier ciudadano puede promover una impugnación, sin importar si tiene o no carácter oficial.

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