Estela Ambriz Delgado
Aunque la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam) ya celebra una próxima declaratoria del Área Natural Protegida (ANP) del Parque Urbano de Villa Hidalgo, la realidad es que en su Estudio Técnico de Factibilidad (ETF) evidencia que se intentan incluir especies protegidas por la Norma Oficial Mexicana 059 SEMARNAT -2025, lo que incluso podría usarse para desvío de apoyos para conservación.
En un análisis al documento, realizado por el ingeniero agroecólogo Pedro Nájera Quezada, se pudo determinar que fue elaborado con desconocimiento de las especies e inteligencia artificial, así como el falseamiento de datos, pues se mencionan especies inexistentes y se incluye información errónea.
El pasado 12 de noviembre, en entrevista, la titular de la Segam, Sonia Mendoza Díaz, aseguró que el Estado ya cuenta con esta nueva ANP en Villa Hidalgo, aunque todavía no se emite una declaratoria.
Indicó que el área fue propuesta de la presidencia municipal y ya se realizaron todos los trámites necesarios, además de que trabajan en declaratorias similares para los municipios de Tamazunchale, Tanlajás, Alaquines y Xilitla.
De acuerdo con el documento del ETF, el área propuesta para el Parque Urbano en Villa Hidalgo es de 286.3895 hectáreas, distribuidas en cuatro polígonos: Cerro El Picacho, con 15 hectáreas; El Buey, 9.22; Cerro Grande, 76.14 hectáreas; y el de mayor extensión de 186.02 hectáreas, que abarca Cerro de En medio y El Garambullal.
En la página 25 en el inciso b, referente a Características biológicas de la Flora dentro del apartado II de Evaluación Ambiental, se establece que, de acuerdo con la Carta de Uso de Suelo y Vegetación del INEGI, el área de estudio en los cuatro polígonos presenta vegetación de Matorral Crasicaule (MC), la cual es dominada fisonómicamente por cactáceas grandes con tallos aplanados o cilíndricos que se desarrollan principalmente en las zonas áridas y semiáridas del centro y norte del país.
Entre las especies menciona: Cephalocereus senilis (Viejito), Carnegiagiigantea (Sahuaro), Pachycereus spp. (Cardón), Neobwcbaumia tetelzo (feteche) y Stenocereus spp (Órganos, Cardón). Se incluyen las agrupaciones conocidas como Nopaleras, Chollales, Cardonales, y Tetecheras.
Más adelante, en la página 27 en un listado de flora encontrada, se menciona el Stenocactus arrigens (Biznaga cerebro o Biznaga undulada de Zimapán), Marginatocereus marginatus (órgano), Echeveria coccinea (Cochinita escarlata) y Muhlenbergia Micosperma, entre otras
Sin embargo, Nájera Quezada puntualiza que además de que algunas están escritas erróneamente, por ejemplo, el Cephalocereus senilis y Stenocactus arrigens son de Hidalgo, Carnegiea gigantea de Sonora, Neobuxbaumia tetetzo —que ahora se llama Cephalocereus tetetzo— es una especie introducida de Hidalgo y Puebla, que se utiliza como cerco vivo y convive con el Viejito. Estas comparten el hecho de que se encuentran enlistadas en la NOM -059 SEMARNAT-2025.
De igual forma, indicó que el Pachycereus spp. tampoco es nativo de San Luis Potosí, el Stenocereus spp., y la Yucca potosina, órganos, cardones, y pitahayas no existen en el área propuesta, y sólo hay garambullos, nopales, así como otras cactáceas que no se mencionan.
En el caso de Marginatocereus marginatus, indicó que es una cactácea introducida que ahora se llama Lophocereus marginatus; Echeveria coccinea es de Querétaro, Ciudad de México, Tlaxcala y Puebla; y Muhlenbergia microsperma es una especie no reportada en la región.
En la página 32 del documento se incluyen cuatro fotografías de especies de cactáceas, pero tres de estas tienen nombres erróneos. La que se indica en la fotografía 9 como Mammillaria uncinata, es Mammillaria magnimamma; en la 10 dice Echinocereus pectinatus y en realidad es una Coryphantha o Cochemiea; y en la 11, la que señalan como Stenocactus arrigens, es Echinofossulocactus lamellosus.
En cuanto a las especies de fauna que se enlistan en las páginas de la 33 a 35, el investigador señaló que la rata magueyera (Neotoma albigula) es una especie de Sonora, Chihuahua y el suroeste de Estados Unidos; el ratón que nombran científicamente como Peromyscus manicularis no existe, y si se refiere al Peromyscus maniculatus, es una especie de Canadá y el norte de Estados Unidos.
Asimismo, ponen al cuitlacoche crisal como Toxostoma dorsale, cuando su nombre científico es Toxostoma crissale; sobre las especies de lagartijas Sceloporus poinsettii, no hay reportes de que habite en la región, y Sceloporus horridus, pertenece al suroeste mexicano; mientras que la Lagartija cornuda texana (Phrynosoma cornutum) tampoco habita esa área del Altiplano potosino.
Por otra parte, en el inciso b.4, sobre los estados de conservación, se enuncia que las áreas propuestas presentan en sus partes altas un buen estado de conservación de vegetación natural, y que las comunidades vegetales de este tipo, presentes en las áreas propuestas y zonas adyacentes, son Matorral espinoso.
Describen que estas comunidades son del tipo arbustivo, propias de las zonas áridas y semiáridas del país, las cuales representan entre sí afinidades de tipo ecológico y florístico, motivo por el cual y, de acuerdo con las especies dominantes, se clasifica como Matorral crasicaule.
No obstante, el experto apunta que no son en realidad matorral espinoso ni matorral cerófilo, y dentro de este hay diferentes categorías o tipos de vegetaciones. Estos dependen por la densidad o diversidad de especies; la mayor densidad de especies con ciertas características, por ejemplo, el rosetófilo, son especies con forma de roseta como el maguey o la yucca.
Mencionó también como ejemplo la especie micrófilo, que son de hojas pequeñas como la gobernadora, mezquite, huizache, y también el crasicaule, que es una especie de tallos crasos, gruesos como las cactáceas columnares, como son los nopales.
“Sí es una vegetación crasicaule, pero ahí confunden unas cosas con otras, y luego mencionan que ese tipo de vegetación no sigue condiciones orográficas o geográficas específicas, y sí siguen. Dependen mucho de las orografía y de la geología para que se presenten estos tipos de vegetación, si es una montaña caliza va a tender a ser rosetófila y si la montaña es ígnea, de origen volcánico, va a tender a ser crasicaule el 99.9 por ciento de las veces”.
Proteger especies inexistentes
Pedro Nájera destacó también las razones bajo las cuales se pretende justificar el régimen de protección, plasmadas en el inciso b.3, donde se menciona que el motivo principal es proteger la cobertura forestal al evitar los cambios de uso de suelo que se habían realizado sin control.
A ello suman la belleza escénica, principalmente del Cerro El Picacho, que aseguran se considera un símbolo natural y de identidad, así como la conservación de ecosistemas naturales y preservación de la biodiversidad; la protección de las especies vegetales y animales, además de los servicios ambientales, sociales y económicos que aportan las ANP.
Consideró que proteger biodiversidad que realmente no existe es un sinsentido, pero destacó que algunas de las especies que erróneamente se enlistan, se encuentran protegidas por la NOM -059 SEMARNAT-2025.
“Sí importa, porque esas especies que mencionan están enlistadas en la norma 059, que estarían siendo utilizadas para darle un mayor valor de conservación a un lugar, pero mencionando especies que ahí no existen”.
Explicó que la conservación de un sitio radica exactamente en eso, la cantidad de especies que están en peligro de extinción, amenazadas, pues las especies que estén enlistadas en la NOM -059 SEMARNAT-2025 o en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), tienen valores de conservación reales de protección de flora y fauna, pues se protege las especies más raras y escasas.
Por ello consideró que este proyecto de ANP es más bien una reserva territorial para después poder manipularla o utilizarla a contentillo.
De igual manera, apuntó que el uso de dichas especies, pudiera prestarse a desvío de subsidios que se obtuvieran para una supuesta conservación a través de programas de apoyo, como el Programa de Conservación para el Desarrollo Sostenible (Procodes), el cual promueve la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales en las ANP; el Programa para la Protección y Restauración de Ecosistemas y Especies Prioritarias (Prorest), que busca proteger y restaurar ecosistemas y especies prioritarias en las ANP; o el Fondo para Áreas Naturales Protegidas (FANP), que administra recursos financieros para apoyar la conservación y el manejo de las ANP.
El uso real de las ANP estatales
El agroecólogo, y también activista, consideró que el hecho de que el ETF tenga tipos de vegetación y especies que no son las que corresponden, no resulta sorpresivo, ya que en San Luis Potosí las ANP no se han declarado realmente para conservar los ecosistemas y las áreas de carácter estatal o municipal no han servido para este fin.
En este sentido, señaló que no hay un área estatal que realmente proteja la diversidad, y puso como ejemplo la Media Luna, que en los hechos es un negocio turístico, no un área de flora y fauna; así como el Sótano de las Golondrinas, otra área turística que, a pesar de su estatus de protección, el año pasado se permitió el ingreso de dos helicópteros que ocasionaron la muerte de miles de aves.
Sobre las ANP Reserva Estatal Real de Guadalcázar, y Wirikuta en Real de Catorce, así como Áreas de Recarga del Acuífero del Valle de San Luis, puntualizó que se han usado como reservorios del gobierno para después intentar accionar con ellos y derogarlos si llegan a un acuerdo que les beneficie con un “moche”.
“Como pasa en Real de Catorce que es otra ANP estatal y donde justamente eso estaban haciendo, ya iban a derogar el área para permitir la minería. (…) pero aquí no hay interés de conservación, sólo se usan estos sitios como reservorios territoriales o de recursos para después manejarlos a su antojo, como lo que pasó con la zona de conservación de recarga del acuífero, que la decreta Horacio Sánchez Unzueta para amagar a sus contrarios, que querían construir ahí”.
Respecto a esta área de recarga, destacó que se utilizó a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) para la elaboración de un supuesto estudio en el que se afirmó que esa zona —donde actualmente se ubica el Club de Golf La Loma—, ya no era zona de recarga, como si de un año para otro las áreas de recarga del acuífero dejaran de serlo, o nada más porque un científico pagado afirma que ya no lo recargan.
“Ese tipo de cosas es a lo que se prestan esas ANP estatales y yo creo es exactamente lo mismo acá, es una zona donde va a crecer el poblado, porque está a lado de la comunidad, que va a querer crecer hacia allá y no van a dejarlo hasta que llegue alguien que quiera construir casas de mayor valía, hacer un Lomas donde viva el presidente municipal y sus secuaces, los próximos alcaldes, y la clase acomodada se hagan sus casas”.





