Pocos objetos cotidianos son tan indispensables como el papel higiénico, producto elaborado a base de celulosa muy suave que tanta desesperación nos provoca si se termina cuando más lo necesitamos.
Pero ¿Sabías que en la antigüedad usaban simples piedras u hojas de coco? ¿O que hasta no hace mucho era más habitual usar hojas de periódico? La invención de este objeto sucedió gracias a un hombre: Joseph C. Gayetty.
A continuación te presentamos la historia de su creación y otras curiosidades del rollo de papel higiénico:
* Antes de que llegara el actual papel higiénico, se utilizaban cosas tan variadas como trapos, pieles, piedras, lechugas… Los romanos, por su parte, fueron un poco más sofisticados y tenían en sus espacios privados una especie de esponjas amarradas a un palo, y empapadas a su vez en agua salada. Las clases más bajas, también se las arreglaban mas o menos bien, utilizando lana empapada en agua de rosas. Realmente práctico.
* ¿Sabes quiénes fueron los primeros en usar un papel higiénico muy parecido al nuestro? Los chinos, en el siglo II a.C, sofisticándose un poco más para el siglo XVII. Se trataba de una especie de hojas de medio metro de ancho por 90 centímetros de ancho. Pero eso sí, sólo tenían acceso a este elemento de lujo y distinción los emperadores y sus cortesanos.
* Como ya te lo mencionamos, fue Joseph C. Gayetti el primero en comercializar el papel higiénico. Estamos hablando en concreto del año de 1857, momento en que este hombre comercializó unas láminas de papel humedecidas con aloe vera, llamadas “papel medicinal de Gayetty”. Pero no tuvo éxito alguno, ya que el invento del Señor Gayetty era demasiado caro, así que la gente prefería seguir usando “lo de siempre”, o sea: papel de periódico.
* Unos 25 años después, los hermanos Edward y Clarence Scott diseñaron algo más práctico y asequible: papel enrollado en un trozo de cartón. Era algo tosco, con alguna que otra viruta, pero cumplía su función. Y tampoco tuvo éxito. La verdad es que estábamos en una época en que era muy difícil hablar de estas cosas, y menos que se comercializara en tiendas “a la vista de todos”. Algo realmente inmoral para la mentalidad de aquellos años por extraño que parezca.
* Fue en 1935 cuando finalmente, salió al mercado lo que hoy ya conocemos como papel higiénico. Es decir, ese papel suave y sin impurezas que tan buen servicio nos presta. Seguro que ahora te preguntarás… ¿Tuvo éxito? Desde luego.
