Abelardo Medellín
La agencia Fitch Ratings redujo la calificación crediticia de largo plazo del estado de San Luis Potosí de “A+ (mex)” a “A (mex)” debido principalmente al deterioro de su liquidez y al uso constante de créditos de corto plazo durante 2024, lo que ha colocado al estado en una situación financiera menos sólida frente a otras entidades.
Según el informe publicado este martes 5 de agosto, aunque el estado potosino mejoró su balance operativo en los últimos dos años, su necesidad frecuente de recurrir a deuda quirografaria —cerca del límite permitido por ley— ha debilitado sus indicadores de endeudamiento y lo ha dejado en una posición más frágil para responder a sus obligaciones.
Además, la calificación refleja que el estado presenta un perfil de riesgo considerado “Más Débil”, lo cual implica una capacidad limitada para enfrentar presiones financieras sin deteriorar su desempeño.
Otro de los puntos preocupantes señalados por Fitch es el estado de liquidez de la administración estatal, pues al cierre de 2024, San Luis Potosí tenía solo 30 millones de pesos en efectivo, mientras que sus deudas de corto plazo superaban los 6 mil 194.6 millones de pesos, una proporción considerada crítica.
Aunque el Gobierno del Estado ha logrado recuperar algo de efectivo en 2025, aún es insuficiente para cubrir sus compromisos inmediatos.
Esta debilidad llevó también a la baja en la calificación de uno de sus principales créditos, el financiamiento Banorte 15, que pasó de “AAA(mex)vra” a “AA+(mex)vra”, el cual está directamente ligado a las finanzas estatales.
Otro factor que influyó en la baja es la alta dependencia que tiene el Estado a las transferencias federales, las cuales representan cerca del 88 por ciento de sus ingresos operativos. A pesar de algunos esfuerzos por incrementar la recaudación local, se mantiene una autonomía fiscal limitada.
En 2024, la entidad enfrentó retenciones de sus participaciones federales por adeudos con el SAT y el ISSSTE, acumulando obligaciones por más de 3 mil 500 millones de pesos. Para mitigar esta situación, en 2025 se firmaron convenios con la Federación que buscan regularizar a los organismos descentralizados estatales.
En términos de gasto, Fitch reconoce que San Luis Potosí ha mantenido cierta disciplina al reducir sus gastos operativos y privilegiar la inversión, pero parte de esta ha sido financiada con créditos de corto plazo, lo que genera preocupación sobre su sostenibilidad a futuro.
La reducción en la calificación implica que los inversionistas y prestamistas ahora ven a la entidad potosina como un estado con mayor riesgo financiero ya que, pese que mantiene una calificación favorable, se requieren hacer cambios estructurales que mejoren la condición de su liquidez y le den a la administración independencia financiera.
La calificadora aclaró que la perspectiva de la calificación se mantiene estable, lo que significa que no se prevén nuevos recortes a corto plazo, pero dará seguimiento puntual al cumplimiento de las obligaciones que tiene el estado y a la evolución de los pasivos.
Tras la publicación de esta calificación, se le preguntó al gobernador Ricardo Gallardo Cardona su opinión sobre la perspectiva de Fitch, a lo cual contestó solo contestó “no”, sin explicar a qué se refería.
Señaló que el gobierno tiene un crédito quirografario adicional por 7 mil 500 millones de pesos que la administración no ha ocupado y que “a lo mejor no lo ocupamos. Eso quiere decir que [estamos] mucho, muy sanos”.